17 millones de pérdidas por la paralización de obras sanitarias

El consejero de Sanidad, Jesús Fernández, cifró ayer en 17 millones de euros las pérdidas que ha tenido la Junta de Comunidades por la paralización de obras sanitarias en Castilla-La Mancha durante la pasada legislatura, según informó Efe.

Fernández señaló ayer la complejidad de las negociaciones con la UTE adjudicataria del nuevo hospital de Toledo para que inicie las obras con los mismos servicios externalizados que el hospital actual. Por un lado, reconoció que las empresas que conforman la UTE ponen «pegas» porque se negocian «situaciones muy complicadas». Por otro, explicó que se están solucionando las dificultades.

En otro orden de cosas, se refirió a la decisión de la Consejería de no derivar a ningún otro paciente infantil a clínicas madrileñas y afirmó que los servicios jurídicos están preparando la denuncia de los convenios singulares que existían.

En este sentido, ya se han operados ocho de estos niños y se ha revisado al resto porque «lo que nos ha preocupado desde el primer momento es la salud de los niños».

El PP culpa al PSOE

Las declaraciones del consejero encontraron respuesta en el PP, quien acusa al PSOE de paralizar los hospitales de Toledo y Guadalajara al no pagar las certificaciones de obra. Según Ana Guarinos, diputada regional del Grupo Parlamentario Popular, «si el hospital se paralizó la culpa es de quien no pagó» porque «una empresa no trabaja gratis». Y añadió que en este sentido «no valen las lamentaciones, vale la realidad».