Muere en Villaseca degollado por un toro cuando grababa el encierro con su móvil

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«La herida era mortal, el toro le degolló; es la típica herida de degolladura». Son las contundentes palabras del cirujano jefe de la plaza de toros de la localidad toledana de Villaseca de la Sagra, el doctor Martín Capilla, que en la madruga de ayer atendió en la enfermería de la plaza a David González-Mellado López, de 32 años de edad, minutos después de ser corneado mortalmente por uno de los toros del encierro que se celebraba en esos momentos tras finalizar en el coso el concurso de recortes.

El joven, que vivía en la cercana localidad de Villasequilla, no era muy aficionado a los toros, pero se encontraba en Villaseca acompañando a unos amigos. Los hechos sucedieron pasada la una y media de la madrugada, cuando David se encontraba tras la valla instalada en la calle por donde discurren los encierros.

En ese momento, dos reses chocaron a pocos metros del joven, quedando una de ellas tendida en el suelo, como muerta. Fue entonces cuando David salió de la valla protectora y comenzó a grabar con su móvil la escena, sin percatarse de que el otro toro seguía su camino y le embistió, algo de lo que quizá nunca fue consciente.

«Como una marioneta»

Según explicó a ABC un testigo presencial, Juan José Losana, que se hallaba apostado al otro lado de la calle, el cuerpo del joven se convirtió en un muñeco de trapo entre las astas del toro, —«parecía una marioneta dando volteretas en el aire, porque no llegaba a caer»—, que lo volteó en repetidas ocasiones contra la pared de una casa. «El chico estaba desprevenido y se lo llevó por delante; fue un accidente», añadió este aficionado taurino.

Cuando el cuerpo cayó al suelo fue cuando el toro empitonó a su víctima en el cuello, causándole destrozos en venas y arterias, acción en la que también resultó desgarrada la tráquea, según las explicaciones del cirujano de la plaza.

Tras la brutal embestida, sanitarios presentes en el lugar intentaron taponar la herida con camisetas y rápidamente evacuaron al herido en una UVI móvil a la enfermería de la plaza, donde el doctor Capilla logró en diez minutos entubar al herido y estabilizar la hemorragia antes de enviarle al hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde un equipo médico esperaba su llegada. Tras ser intervenido por segunda vez en el centro hospitalario, David fallecía sobre las seis de la madrugada.

El doctor Capilla explicó a este diario que cuando él envío al joven al hospital, el equipo médico que iba a recibir al herido ya tenía preparado el plasma: «Se pusieron dos litros de sangre», subrayó, aunque las esperanzas de salvar la vida de David eran escasas: «yo hablé con el hermano y le dije que iba con una herida muy seria».

El facultativo, que aún recuerda la muerte, hace cinco años, en parecidas circunstancias de otro hombre en el mismo encierro, añadió: «ha sido otro descuido; suelen ser descuidos estas complicaciones de los festejos taurinos».

Fue enterrado ayer

En su pueblo, Villasequilla, donde ayer fue enterrado, quedaron suspendidas las actividades de la Semana de la Juventud. La alcaldesa, Elena Fernández, visiblemente consternada porque conocía al fallecido, explicó a este diario que David, soltero, vivía en el pueblo con su abuelo y un tío y que «trabajaba en lo que le salía» (hace dos veranos fue socorrista en la piscina municipal). «Los amigos comentan que él nunca corría en los encierros, que fue mala suerte que le diera la idea de grabar, se salió de la valla y el toro lo cogió».

Lamentó Fernández esta «muerte tan trágica y tan tonta, pero no sabemos dónde tenemos nuestro sino, cada uno tenemos nuestro día».

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