¿Fue Napoleón derrotado por un volcán en la batalla de Waterloo?

La ofensiva francesa fue ralentizada por la lluvia y el barro. Una nueva investigación explica que la meteorología fue causada por un fenómeno atmosférico activado por una gran erupción en el Monte Tambora, en Indonesia

Batalla de Waterloo, el 18 de junio de 1815 William Sadler
Gonzalo López Sánchez

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Quien ataca primero ataca dos veces. Quizás con esta idea en mente, Napoleón Bonaparte inició una audaz maniobra: la de atacar a los ejércitos de la Séptima Coalición antes de que se reunieran e invadieran Francia, con la finalidad de impedir su segundo mandato. La última y definitiva batalla de Napoleón se produjo en la actual Bélgica . El 15 de junio de 1815 la Grande Armée arremetió con furia contra las tropas del británico Duque de Wellington y del general prusiano Gebhard Leberecht von Blücher.

El 16 batió al núcleo de los prusianos en Ligny, y a una parte de los británicos en Quatre Bras. El 17 de junio Napoleón envió a la tercera parte de sus tropas a perseguir a los prusianos, que estaban llevando a cabo una retirada ordenada. Pero el 18, Wellington le hizo frente en un cruce de camino a Bruselas, a unos dos kilómetros del pueblo de Waterloo, ayudado por las tropas germanas. Al caer la tarde, Napoleón usó sus últimas reservas, la mítica Guardia Imperial, para desbaratar la tenaz defensa británica. Los británicos no solo resistieron el embate, sino que también contraatacaron, poniendo en desbandada al centro francés. Cuatro días después, Napoleón abdicaba. El 7 de julio, la coalición entraba en París. Era el final de los 100 días .

Waterloo, la última batalla de Napoleón (tropas francesas en azul, británicas en rojo y prusianas en gris) Ipankonin

¿Por qué fue derrotado Napoleón? Sus tropas era inferiores en número, y sus enemigos tenaces y bien dirigidos. Pero, ¿eso fue todo? Los historiadores han dicho en varias ocasiones que el mal tiempo y el barro ralentizaron a Napoleón cuando intentaba arremeter contra un Wellington en retirada, el día 17 y el 18. «El tiempo era horrible. Ablandó el suelo y ralentizó una ofensiva, que se hizo fatigosa, hasta la una de la tarde, cuando debería haber sido lanzada por la mañana», escribió el barón de Jomini .

Doscientos años después de aquello, un grupo de científicos del Imperial College de Londres ha reconstruido los eventos climáticos que tuvieron lugar en aquel fatídico junio de 1815. Una nueva investigación, publicada en Geology , ha sugerido que la colosal erupción del Monte Tambora provocó un empeoramiento global de la meteorología , y que esta derrotó a Napoleón en Bélgica.

Cenizas a 100 kilómetros de altura

La investigación de Matthew Genge ha demostrado, por primera vez, que las cenizas volcánicas pueden elevarse a más de 100 kilómetros de altitud y llegar a la ionosfera, la capa más alta de la atmósfera y que tiene un papel importante en la formación de nubes. Según su estudio, en 1815 las cenizas del Tambora ascendieron hasta estas capas y provocaron un cortocircuito en las corrientes eléctricas.

«Antes, los geólogos pensaban que las cenizas volcánicas quedaban atrapadas en la atmósfera baja. Mi investigación, sin embargo, muestra que las cenizas pueden llegar a la atmósfera alta gracias a las fuerzas eléctricas», ha dicho Genge en un comunicado.

Una erupción colosal

El resultado fue que la erupción del Tambora activó un pulso de formación de nubes que llevó abundantes lluvias a Europa , en un momento en que los ejércitos iban a decidir el destino del continente.

Todo ocurrió después de que en abril de aquel año la isla de Sumbawa presenciara una de las mayores erupciones volcánicas registradas: una de magnitud VEI 7, es decir, «ultra-pliniana» o «súper colosal» . Después de años de acumulación de magma en una gran cámara, la chimenea central saltó por los aires y colapsó, creando flujos piroclásticos y tsunamis. Según los registros, las explosiones se escucharon en la isla de Sumatra, a más de 2.000 kilómetros de distancia. El Monte Tambora pasó de elevarse 4,3 sobre el nivel del mar a solo 2,8.

El evento creó una columna de gases y cenizas de 43 kilómetros de altura y mató a casi 100.000 personas, según algunas estimaciones. Se considera que el volumen de cenizas evacuado fue tal, que provocó que 1816 fuera un «año sin verano», a causa del efecto «espejo» de los materiales volcánicos en la atmósfera frente a la radiación solar. Es lo que se llama «invierno volcánico».

Vista aérea de la caldera del Monte Tambora, con sus seis kilómetros de diámetro Jialiang Gao

Para llegar a estas conclusiones, el equipo de Genge hizo una serie de experimentos donde demostró que l as fuerzas electrostáticas son capaces de elevar las cenizas más alto que la simple flotabilidad. Después, crearon un modelo para calcular cuánto pueden levitar. Así averiguaron que las partículas más pequeñas de 0,2 micrómetros (una micra es la millonésima parte de un metro), son capaces de llegar a la ionosfera durante las erupciones intensas.

¿Por qué? «Las plumas volcánicas y las cenizas pueden tener ambas cargas negativas, por ello, las plumas repelen las cenizas y las impulsan hasta las capas altas de la atmósfera. El efecto es similar al que tienen dos imanes cuando se repelen», ha explicado el investigador.

Pero este efecto no se limita a lo ocurrido en 1815. Estas conclusiones son compatibles con los registros de la erupción del Krakatoa , en 1883 (cuatro veces menos intensa que la del Tambora). En aquella ocasión, la erupción hizo descender las temperaturas y las precipitaciones en todo el globo. Además, por entonces comenzaron a parecer nubes mesosféricas polares, fenómenos luminosos de la ionosfera, quizás causados por el ascenso de las cenizas.

Según el estudio de Genge, en 1991 el volcán Pinatubo, en Filipinas, también perturbó la ionosfera, quizás a causa de este fenómeno.

Para concluir, el investigador ha dicho: «Tal como Víctor Hugo escribió en los Miserables, sobre Waterloo: " un cielo demasiado nuboso para esa época del año bastó para provocar el colapso del Mundo". Ahora estamos más cerca de comprender qué papel tuvo el Tambora en una batalla que tuvo lugar a medio mundo de distancia». Parece ser que no solo el « general invierno » derrotó a Napoleón. El emperador no contaba con la furia del Monte Tambora.

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