Gliese 486b

El planeta extrasolar mejor conocido del Universo, puerta a un mundo habitable

Astrónomos españoles describen con una precisión sin precedentes una supertierra a 26 años luz de distancia

Descubren una supertierra cercana, paso previo para un planeta habitable

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Recreación de la superficie de Gliese 486b RenderArea

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Se llama Gliese 486 b , está situado a solo 26 años luz -muy cerca en una escala astronómica- y es, hasta la fecha, el planeta más allá del Sistema Solar mejor descrito por la ciencia. Está casi descartado que pueda albergar agua líquida en su superficie y, probablemente, la vida sea allí una quimera, pero los astrónomos lo conocen tan bien que creen que puede ser la 'piedra Rosetta' que permita encontrar un mundo análogo a la Tierra en el futuro.

Esta supertierra , como se denomina a los planetas rocosos similares al nuestro pero más grandes y masivos, fue descubierta en 2021 gracias al instrumento Carmenes del observatorio de Calar Alto (Almería) con el método de velocidad radial. Desde entonces, un equipo internacional liderado por el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) se ha dedicado a escudriñarlo. Con la ayuda de un batallón de observatorios, entre los que se encuentra el famoso telescopio espacial Hubble o el 'buscador' de exoplanetas Tess, ambos de la NASA, los astrónomos han medido con una precisión sin precedentes la masa y el radio de Gliese 486 b y han modelado su interior con un detalle imposible para otros objetos más lejanos y débiles.

Así, han podido concretar que el exoplaneta es más masivo de lo que se creía en un principio -tiene tres masas terrestres- con un radio un poco mayor que el de la Tierra (1,3 radios terrestre). Además, está compuesto por un núcleo metálico pequeño rodeado de un manto de silicatos con agua disuelta.

Un mundo caliente

El exoplaneta gira alrededor de una estrella muy diferente al Sol, Gliese 486, una fría y débil enana roja en la constelación de Virgo, Separado por solo 2,5 millones de kilómetros (0,017 unidades astronómicas), está 60 veces más cerca de su estrella que la Tierra del Sol, por lo que allí un 'año' dura tan solo 1,5 días. Para hacernos una idea de la proximidad extrema: Mercurio, que es el planeta más cercano al Sol, se encuentra a 0,4 unidades astronómicas.

Al estar muy cerca de su estrella -y aunque esta sea bastante fría-, Gliese 486 b es un planeta caliente. Según los modelos teóricos, sin atmósfera, la superficie de este mundo superaría los 400ºC. Sin embargo, es posible que tenga una, lo que suavizaría notablemente sus temperaturas. «La envoltura estaría compuesta por una mezcla de vapor de agua y dióxido de carbono. No es descartable que el planeta sea una roca desnuda sin atmósfera, pero también puede tener una muy fina o una muy grande de hidrógeno y helio», dice Amado.

Estas opciones serán comprobables por el mejor telescopio espacial de todos los tiempos, el James Webb, lanzado el pasado diciembre. Pronto apuntará a este sistema su espejo segmentado y ayudará a despejar las dudas sobre su atmósfera.

Habitabilidad

Sobre su posible habitabilidad, «no esperamos que albergue agua líquida en su superficie, pero aún no podemos decir si allí es posible o no la vida», indica a este periódico Pedro J. Amado, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y coautor del estudio.

Lo que sí está claro es que este planeta supone una auténtica 'piedra Rosetta' para buscar otros candidatos habitables. «No hay ningún otro exoplaneta tan bien estudiado como este», asegura el investigador. «Al estar muy cerca, ser por tanto muy brillante, y tener una estrella muy 'tranquila' (no presenta apenas variabilidad por actividad magnética), lo hemos estudiado con precisión, hemos analizado un gran número de parámetros», afirma.

Uno de esos parámetros «es la abundancia de elementos químicos de la estrella, que a su vez deben representar las de los elementos químicos en el planeta (ya que se formaron a la vez y de la misma nube de gas y polvo). Estas abundancias relativas de elementos químicos (hierro, silicatos, agua) nos ha permitido restringir los modelos de estructura interior», señala el investigador.

El primer exoplaneta alrededor de una estrella similar a nuestro Sol, 51 Pegasi b, fue descubierto en 1995. Desde entonces, ya conocemos unos 5.000 y la comunidad astronómica descubre mundos cada vez menos masivos, cercanos, y similares a la Tierra. Gliese 486 b ayudará a encontrarlos.

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