La iglesia de San Juan Bautista está en Año de Gracia.
La iglesia de San Juan Bautista está en Año de Gracia. - J.A.C.
chiclana

Dos siglos de voz clamorosa

El 6 de noviembre arranca de la Iglesia Mayor, acto central de su bicentenario

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La voz que clama en el desierto encontró acomodo en la fértil tierra de marismas y de vides. Allí, al abrigo de un cerro, un castillo y una ermita echó raíces la devoción a San Juan Bautista. Y tanto enraizó y caló que su casa bien se mereció bien pronto ser imagen icónica de la ciudad que protege. Santo y seña de un pueblo que siente su Plaza Mayor, su torre del Reloj, su iglesia como epicentro de la vida y la tradición chiclanera. Alfa y Omega de Chiclana que está de aniversario. La friolera de dos siglos que ahora encaran su acto cultural central con la exposición que se celebrará del 6 de noviembre al 12 de enero en el Museo de Chiclana.

'Vox Clamantis' es el nombre de la muestra que pretende convertirse en la exposición más destacada en la Diócesis del presente año, así lo reconoce su comisario, Jesús Romero Montalbán. Y lo cierto es que, lejos de ser una mera pretensión, dará en la diana. Para ello, la clave del éxito será la selección de 69 obras entre pintura, escultura, orfebrería, patrimonio documental y artes suntuarias en general que viajarán desde distintos puntos de la provincia para componer esta muestra. Una exposición que ya, en su nombre, implica toda una declaración de intenciones. Y es que procede de «Ego vox clamantis in deserto», lo que contestó el Bautista a los fariseos. La voz que clama en el desierto. Una voz que esta muestra pretende otorgar al propio culto a San Juan Bautista en la localidad así como a los hitos históricos y artísticos que configuran el pasado y el presente de la Iglesia Mayor de la localidad.

Para ello, el discurso se sostendrá en tres pilares esenciales para comprender la empresa del templo. De un lado, la historia y la arquitectura. En este punto, tal y como explica Juan Carlos Rodríguez, coordinador de la exposición, lo que se pretende es hacer comprender la realidad constructiva del templo. Es decir, todo lo que rodeó a su concepción para lo que se apoyará, por tanto, en planos, documentos, referencias a benefactores, sacerdotes destacados u obispos relacionados con el templo. Así, destacará la presencia de planos originales del arquitecto Torcuato Benjumeda (cedidos por los descendientes), proyectos de altares de la iglesia (conservados en el Archivo Diocesano) o documentos autógrafos del mismo arquitecto como facturas o el contrato de construcción (procedentes del archivo parroquial del templo).

Igualmente, también estará el retrato de Benjumeda (que se conserva en el Museo Provincial de Cádiz), el retrato del Magistral Cabrera que ofició la primera misa en 1814 (que se expone en el Museo Catedralicio), el retrato del benefactor Antonio Pizano (conservado en la propia iglesia) y un cuadro del obispo Fray Félix que consagró el templo en 1847 (procedente del Seminario de Cádiz). A esas pinturas se suma la vista de Chiclana pintada por Riedmayer, tal y como adelantó este periódico. en ella, se representa a otro de los grandes benefactores, el Conde de Maule. «Además, pensamos que el que aparece representado junto a él no es Riedmayer como se pensaba hasta ahora, sino el propio Pizano. Lo hemos descubierto ya que el personaje es representado con una mancha en la cara similar a la que muestra Pizano en su retrato en la iglesia», explica Rodríguez.

La segunda pata que sustentará la exposición implica el estudio de la iconografía de San Juan Bautista. Para ello, se recurrirá a un total de nueve piezas (cinco óleos y cuatro esculturas), procedentes de distintos puntos de la Diócesis. Así, hasta Chiclana viajarán obras de arte que representan al Bautista de puntos como el Santuario de la Virgen de la Oliva en Vejer, de Santa María la Coronada de Medina o desde la iglesia de San Juan de Dios de Cádiz (de donde procederá una pintura y una escultura). De esta forma, se pondrá el acento a la propia devoción al santo en otros puntos de la Diócesis y a la representación de distintos momentos de su vida, del nacimiento a la muerte. Rodríguez remarca que la imagen del Bautista titular del templo no se trasladará al Museo, aunque se hará hincapié en su proceso de restauración, realizado recientemente.

El legado y la liturgia

Sí saldrán del templo distintas piezas empleadas para la liturgia tales como casullas, piezas de orfebrería y demás ornamentos litúrgicos. En este caso, la selección se ha realizado buscando que se trata de «patrimonio vivo», del día a día de la parroquia y que acentúen el legado histórico y cultual del espacio con referencias a objetos singulares y la encrucijada de escuelas artísticas existentes como arte sacro.

Todo ello, en un espacio limitado por el presupuesto. Y es que la elección del Museo de Chiclana se debe a que lo hacen la opción más operativa y asequible para la muestra. Del espacio museístico, se emplearán dos salas de la antigua Casa Briones. En ellas se materializará el discurso planteado con otro objetivo fundamental: hacer ver la importancia del neoclásico gaditano y del templo de San Juan Bautista como uno de los mejores exponentes de este periodo artístico en la provincia. Por su parte, el concejal de Cultura, José Manuel Lechuga muestra su confianza en que la muestra, al coincidir en meses lectivos, tenga una importante influencia en los colegios. De ahí, que también se contemple un programa didáctico complementario destinado a los más pequeños.

La exposición es el acto cultural más destacado del Bicentenario en el que colabora de forma conjunta Obispado y Ayuntamiento gracias a una comisión mixta en la que el Ayuntamiento aporta 12.000 euros para desarrollar el programa de actos. De ese importe han salido actividades ya realizadas como las conferencias o la obra de teatro que se representó en el templo el pasado verano. También será el caso, en este caso con la colaboración de la Junta de Andalucía, de otro de los actos destacados que coincidirá con la inauguración de la muestra. Un día después, el 7 de noviembre, a las 20.30 horas y en la Iglesia Mayor la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla ofrecerá un concierto con un programa centrado en piezas de Mozart. Y es que nunca una voz en el desierto resultó tan clamoroso.

Ver los comentarios