Cataluña arranca el curso burlando la ley y las sentencias lingüísticas

Cataluña inaugura hoy el curso 2015-2016 burlando, por segundo año consecutivo, la nueva ley educativa (Lomce) y desoyendo las sentencias lingüísticas que desde hace años le obligan a devolver al castellano su papel de lengua cooficial en las aulas.

El curso arranca con un récord histórico de estudiantes (un total de 1,56 millones, casi 13.000 alumnos más que el curso anterior) y solo 790 docentes de refuerzo, una plantilla sensiblemente inferior a la que había antes de 2011, cuando impactaron los recortes en el ámbito social, según denuncian los sindicatos del sector.

Un año más, el catalán se mantendrá como lengua hegemónica en los colegios y solo tendrán derecho a más castellano en el currículo aquellos alumnos a los que los tribunales han concedido el 25 por ciento de las clases

en esta lengua y los 17 que, según informó la Generalitat, han sido avalados por el Ministerio de Educación, a través de la Lomce, para recibir educación bilingüe. Tal como avanzó ABC, la mayoría estos alumnos han tenido que matricularse en escuelas de élite como Aula, que formó a Artur Mas, ante la falta de oferta de clases en castellano en la red pública y concertada.

Cambios e «improvisación»

Alumnos y profesores se enfrentarán al curso de «los cambios e improvisaciones» por parte de la consejería de Enseñanza, que, una vez más, hará equilibrios para acatar la ley educativa estatal de forma que tenga el mínimo impacto en las aulas, denuncian los sindicatos. «Ni para tí. Ni para mí». Ese es, según CC. OO., el criterio que ha seguido, una vez más, la consejera Irene Rigau para dar «cumplimiento administrativo a la ley Wert» sin modificar sus planes educativos.

Por primera vez, la Lomce se extiende este curso a los tres ciclos educativos -toda la Educación Primaria; primero y tercero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y primero de Bachillerato-, aunque, a la práctica, los cambios serán menores de los que dibuja la normativa impulsada por el PP. Muchos de los cambios curriculares que prevé la ley Wert no se apreciarán en Cataluña, donde un año más los centros podrán decidir mantener los mismos libros que el curso pasado. Los sindicatos acusan a la Generalitat de improvisar y de no avanzarles el detalle de los currículos hasta pocas semanas antes de empezar las clases. «No puede ser que los periodistas tengan antes acceso a estos contenidos que nosotros», denuncia en declaraciones a ABC Manel Pulido, secretario general de Enseñanza de CC. OO.

Un instrumento político

El sindicato acusa también a Rigau de «utilizar la lengua como instrumento político y dejar de lado problemas graves como la alta tasa de abandono escolar». En Primaria, los alumnos catalanes tendrán más horas de matemáticas (cuatro semanales en lugar de tres) y en la ESO más matemáticas e inglés. En Secundaria el gran cambio es la introducción de una nueva asignatura que sustituye a la de la antigua Ética, con contenido religioso, según justificó Rigau, para contener el «actual analfabetismo en esta materia».

Asimismo, este curso se prevé otorgar unas 80.000 ayudas de comedor, con un gasto de 48 millones de euros, en una partida que está abierta a posibles incrementos.

En toda Cataluña, el número de módulos prefabricados ascenderá a 996, treinta menos que el anterior, una cifra que no ha descendido de los 900 desde el curso 2007-2008 (796), según datos de la consejeria de Rigau.