Estructuras de libertad

Las máquinas perforadoras rugen de nuevo desde ayer en Vallirana para excavar dos túneles en la sierra del Ordal en la variante de la N-340 a su paso por esa población. Se trata de una obra largamente esperada por los usuarios de esta vía, después de que los trabajos se paralizaran en 2011 como consecuencia de la crisis. También ayer, la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, giró una visita a las obras del tercer tramo del Paseo Marítimo de Castelldefels que permitirá disfrutar del litoral a lo largo de cinco kilómetros hasta los confines de la sierra del Garraf.

Ambas obras de infraestructura vial y medioambiental, han recogido las reclamaciones de los usuarios y vecinos.

En el caso de Castelldefels, resultan ejemplares las modificaciones introducidas en el sentido de que los chiringuitos se instalen en la arena, tras la línea dunal, descartando su ubicación sobre unas plataformas de obra.

«Infra-estructuras de Estado» es el título del último libro de Pere Macías, portavoz de CiU de Fomento y diputado en las Cortes, escrito a cuatro manos con Oscar Oliver. El guiño del título queda aclarado en el subtítulo de la obra: «De los incumplimientos de España a la esperanza soberanista». Al margen de estar de acuerdo con el análisis del Nobel de Economía Finn E. Kydland sobre el equilibrio en la teoría de los juegos no cooperativos, en el sentido de que las élites catalanas obtendrán más rendimiento desde el órdago independentista que simplemente negociando con el Estado, comparto con Pere Macías muchos aspectos que defiende.

Empezando por el modelo de debate público y participativo que se realiza en Francia previo a la redacción del proyecto de cualquier obra. También es razonable la propuesta de Macias, que fue fue consejero de Medio Ambiente y de Política Territorial, de recortar y aplicar mayor transparencia al proceso de licitación de todas las infraestructuras para evitar, entre otras cosas, las kafkianas desviaciones presupuestarias derivadas de las rebajas temerarias de precios. Igualmente sensata es la idea de que el Corredor del Mediterráneo sea gestionado por un equipo técnico con similares competencias al que pilotó el plan del aeropuerto de Barcelona, que tan buenos resultados obtuvo. De esta forma, la obra quedaría blindada de cualquier interferencia política.

Miquel Martí i Pol concluyó su poema «Ara mateix» con la afortunada expresión «todo está por hacer y todo es posible». Supone el mantra vital de toda persona en cualquier estadio de su vida porque, afortunadamente, cada día tenemos todo por hacer y ante nosotros se intuye un futuro en el que todo resulta posible. Creo firmemente en el poder de la voluntad, que siempre es personal, individual e intransferible. Como la libertad.