el oasis catalán

Rarezas

Lo raro se percibe en el hecho de redactar la Constitución de una Cataluña independiente que no existe ni, presumiblemente, existirá

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Entre las rarezas que genera el «proceso», conviene señalar la redacción de una Constitución para la futura República de Cataluña independiente (?). De momento, existen dos constituciones en estado de borrador a las cuales podría añadirse -según parece- una tercera. La primera rareza es el hecho en sí.

Por supuesto, cada cual es dueño de su tiempo libre y puede emplearlo como más le plazca. Si, por poner algún ejemplo, hay coleccionistas de sellos y poetas de fin de semana, ¿por qué no puede haber quienes -en su tiempo de ocio o asueto- redacten constituciones para países imaginarios o reglamentos para el mejor funcionamiento de la escalera de vecinos? Nada que objetar.

Lo raro se percibe en el hecho de redactar la Constitución de una Cataluña independiente que no existe ni, presumiblemente, existirá.

¿Alguien ha convocado legalmente a los ciudadanos para decidir al respecto? Lo raro se constata en redactar dicha Constitución creyendo que entrará en vigor en un futuro inmediato. Cosas del «proceso», de sus fantasías, de sus sueños -¡pesadillas!- y de quienes comulgan -cuestión de fe- con el mismo.

Sigue la rareza: dicha Constitución será sometida a las enmiendas y aportaciones -¡gran lección de democracia, sí señor!- de la gente. O sea, de los devotos del proceso. Nada nuevo si tenemos en cuenta -el bucle nacionalista que no cesa- la campaña L’Estatut de tothom -organizada por el tripartito- cuyo objeto era -«¡habla, propón, critica, participa!»- impulsar la participación ciudadana pro Estatuto. ¡Si hasta se fletó el llamado Bus de l’Estatut que recorrió la geografía catalana predicando la buena nueva! El resultado, descriptible. En el mejor de los casos, la «Constitución participativa de la República de Cataluña» -no dudo de la buena fe de nadie: ya he advertido que al «proceso» le sobra fe- servirá para agitar al personal dispuesto a agitarse, para mantener falsas expectativas, para seguir alimentando la ficción de quienes siguen viviendo en su isla barataria. Rarezas.

Ver los comentarios