Ayyy que te como: La cocina del abuelo

«Tengo mis limitaciones, me pesan las arruguitas y para seguir cantando tendré que echar cojones«. Su medicina es septiembre y una chirigota en las tablas hasta el día que se mueran, cantaban. Bonita primera letra. Más que un culo en el parlamento, hace más por el pueblo las manos de un voluntario. Este fue el pasodoble donde estos chirigoteros se mojan.

En el primer cuplé cuentan una curiosa historia con su nieto. Le han tenido que coger tres veces los bajos del pantalón tras cancelar tres veces la comunión por la pandemia. De todo lo que ha crecido el niño le han cambiado el viaje a Disney por uno a la Sala Muelle. El segundo a los ecologistas, le tiraron una granizada a 'La maja desnuda' y desde entonces en los pezones le cuelgan los chaquetones. Buena tanda. Esto es Cádiz y aquí hay que chupar en el estribillo.

Mucha poca vergüenza en el popurrí. Ellos alertan, como cocineros que son, que es más fácil atragantarse con un nabo que con un solomillo. Mantienen su dieta estos hombres, no comen sevillanos porque todo lo que se come se cría. Buen rato y muchas pamplinas en este popurrí.