Cádiz CF

Vizcaíno, ante un nuevo iceberg

Nueve meses después el dirigente sevillano se enfrenta a una situación crítica que le hace contemplar varias alternativas para dar un golpe de timón que vuelva a evitar el golpe en el caso que el barco siga a la deriva

Manuel Vizcaíno, durante una pachanga disputada entre empleados del club y patrocinadores en el estadio Carranza . : ccf

Alfonso Carbonell

Otra cosa no, pero al presidente del Cádiz CF le va la marcha . Obviamente, no le va tan temprano como le está viniendo ahora, claro, pero Manuel Vizcaíno ha demostrado no en pocas ocasiones que sabe navegar en aguas revueltas. El empresario se desenvuelve bien entre turbulencias y ejemplos hay varios durante su etapa en el club gaditano. El más cercano fue hace nueve meses que tuvo que destituir a todo un ídolo de la afición como Álvaro Cervera, el mejor entrenador de la historia del centenario club cadista y al que no ha tenido reparo de llevar a un tribunal. En realidad, ha sido Cervera el que ha llevado a juicio al Cádiz CF, pero claro, después de que este, en la persona de Vizcaíno, se negara a pagarle lo que era suyo agarrándose a unas declaraciones en las que se podía intuir que el técnico tiraba la toalla tras perder en Pamplona.

De esto y de más se hablará largo y tendido el próximo mes de febrero del año próximo, que es la fecha en la que el entrenador y el club están citados para el juicio en el que se resolverá todo este nuevo embrollo formado por el empresario sevillano que decide con el escudo del Cádiz CF en su solapa. Eso será si antes no llegan a un acuerdo, claro está. Y es que ya antes, el Cádiz CF de Vizcaíno también acordó para evitar el juicio pagar a Juan Carlos Cordero. Una sola imagen de Cervera en el banquillo de un tribunal pleiteando con el club de sus amores puede resultar terrorífico para un amante del marketing como Manuel Vizcaíno. Así que habrá que esperar acontecimientos jurídicos hasta el mes de febrero como mínimo.

Ahí evitó como pudo el primero de los icerbergs que le llegaron en la temporada pasada. El sevillano se aferró a su ‘baraka’ , como tantas otras ocasiones anteriores, y salió vencedor. Rápidamente se puso manos a la obra, salió como pudo de la avalancha de críticas del movimiento cerveriano -tan dañino como cualquier otro radicalizado- y se encomendó al trabajo de Sergio González en el banquillo y a su instinto futbolístico para dotar al equipo de mayor calidad y gol. Y, las cosas como son, el asunto le salió de gran categoría. El sevillano salió por la puerta grande de Mendizorroza aunque con la torpeza supina de ser arrojado recién llegado a Cádiz tras coronarse con unas de sus grandilocuentes y patosas frases. «No hay nada que celebrar», dijo Vizcaíno. Y se quedó tan pancho. De entonces a ahora no ha hecho más que dirigir el barco hacia un iceberg que ahora se precipita de manera ineludible hacia su mascarón de proa.

Nuevo escenario

El caso es que del atolladero que él mismo metió al equipo en la temporada pasada supo salir de la mejor manera posible. El once amarillo se transformó y de golpe y porrazo todo lo que era tristeza y aburrimiento con Cervera se convirtió en valentía y diversión con resultados de la mano de Sergio. Y así, poco a poco, el equipo fue saliendo de una calle que hasta la derrota en El Sadar parecía no tener salida.

Así se llegó hasta la última jornada, donde el equipo salvó la categoría en Vitoria. Eso sí, se dependió de un tercero como el Espanyol, que echó el gran cable al empatar con el Granada en Los Cármenes. El cadismo volvía a tocar el cielo con las manos con una salvación que evocaba a las milagrosas conseguidas con Manuel de Irigoyen . Y viene un señor de Sevilla a decir que no hay que celebrarlo.... Si es que.

Total, que lo que todo era alegría en apenas tres meses se ha truncado en decepción, enfado y crispación. El iceberg se cierne sobre el Cádiz CF y en la proa ahí anda de nuevo el presidente, que este lunes se enfrentará a la afición en una rueda de prensa con los medios de comunicación en la que intentará llamar a la unidad tras -se supone- explicar los motivos del pavoroso mercado de fichajes recién concluido.

Al margen de las explicaciones que dé sobre el mercado, Vizcaíno trabaja ya en posibles alternativas por si el equipo llega a Valladolid (la jornada siguiente a la visita del próximo sábado del Barça) con cero puntos. No hay que ser muy entendido para saber que si al Cádiz CF de Sergio le da por caer en Pucela ante un rival directo y se cuela en la séptima jornada con cero puntos el cargo de Sergio estaría más que comprometido solo a la espera de que el club tuviera un sustituto.

La afición, cabreada con el presidente pero preocupada por un equipo desnortado, ya hace sus quinielas sobre el hipotético sustituto de Sergio. Nombres como Bordalás, Gracia, Caparrós o Jose se han puesto sobre la palestra con la mente puesta en hacer despertar a un equipo que en estos momentos está bloqueado y sin faro alguno. Sergio da bandazos en sus alineaciones y no termina de dar con la tecla. Para colmo, tras el encuentro en Pucela hay un parón por las selecciones con lo que el posible ‘apafuegos’ tendría dos semanas para poner en órbita al equipo. Y quien sabe si un técnico de fuera, no intoxicado ya por el ambiente, podría ser la mejor medicina para un vestuario tocado y quien sabe si hundido.

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