Garrido: ¿el adiós de uno de los escuderos de Cervera?

Antonio Valimaña

12/01/2022
Actualizado a las 13:26h.

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El Cádiz CF vive una semana llena de despedidas. A las de Álvaro Cervera y Roberto Perera se podría unir otra más, pues Jon Ander Garrido, otro de los referentes del equipo en los últimos años (sobre todo en Segunda), no ha jugado ningún minuto este curso con el Cádiz CF. Su futuro es incierto.

Mientras, como uno de los capitanes del Cádiz CF que es, ha valorado la marcha de Álvaro Cervera, el que era su entrenador. «Me ha dolido muchísimo por todos los años que estuvimos juntos. Hemos tenido un trato especial y hemos creído en la misma idea. Es algo más que un entrenador para mí. Me da muchísima pena», apuntó.

Pero mira al futuro con optimismo: «Viene Sergio para fortalecer su idea, añadiendo sus ideas y retoques. Ahora vamos con él a muerte y a apretar para sacar esto. También se lo merece Cervera».

¿Y qué será de Garrido ahora? «Llevo entrenando unas semanas con el equipo y me encuentro bastante bien. No sé qué pasará pero mi intención es estar aquí y ayudar al equipo», puntualizó.

Y apostilló: «Siempre estoy con ganas y quiero demostrar que quiero estar aquí. Me quedaría toda mi vida en el Cádiz CF, pero entiendo cómo es el fútbol y sé que llevo seis meses sin jugar».

A buen seguro que Jon Ander Garrido, que ha comparecido en rueda de prensa este miércoles tras el entrenamiento, no pensaría en el mes de enero de 2014 que, en caso de marcharse, iba a decir adiós algún día a la plantilla cadista dejando huella. Sobre todo porque tuvo que marcharse cedido al Racing de Ferrol dos años después, justo en el mercado de invierno de la temporada 2015/2016.

Garrido no vivió el ansiado ascenso a Segunda, cita en la que incluso le tocó ser adversario del Cádiz CF con el equipo gallego.

Pero llegó de vuelta gracias a la confianza de Álvaro Cervera y Juan Carlos Cordero. Y entonces triunfó. ¡Vaya si triunfó!

«He aprendido de los errores y ahora vivo mi mejor momento», señaló en su momento el centrocampista vizcaíno del Cádiz CF. Un jugador que llegó procedente del Barakaldo a un Cádiz CF que por entonces deambulaba por Segunda B.

Garrido tuvo que marcharse al norte para ganarse la confianza que había perdido por su mala conducta. A su vuelta maduró y respondió con creces. «No me esperaba el tirón de orejas de Juan Carlos Cordero y reconozco que fue duro para mí, pero capté el mensaje y he salido reforzado», aseguró en una entrevista a CANAL AMARILLO.

Desde esa segunda oportunidad que le brindó el club, ya con el Cádiz CF en Segunda, Garrido se convirtió en un fiel escudero de Álvaro Cervera. Por aquel entonces ya tenía 27 años de edad y formó una dupla inolvidable con el roteño José Mari en el centro del campo. Especialmente en las dos primeras temporadas del equipo gaditano en la categoría de plata.

El sistema rocoso de Álvaro Cervera fue posible gracias al trabajo del vasco, entre otras cosas. Y es que Garrido, aunque sufrió algunas lesiones, siguió jugando con asiduidad los dos siguientes cursos. Y vivió las hazañas de la Copa del Rey y el histórico ascenso a Primera.

Ya en la máxima categoría su relevancia fue decreciendo. Tuvo muy pocos minutos en el primer curso (donde fue más alineado en la Copa del Rey y llegó a jugar en LaLiga ante el Atheltic, club del que es aficionado) y sin ficha esta temporada tras ser operado con éxito para paliar una tendinosis crónica.

Ocho años después de su llegada, y ahora que cuenta con 32 años de edad, uno de esos jugadores fieles a Cervera que jamás negociaron la lucha tiene un futuro incierto.

De momento sigue defendiendo el escudo del Cádiz CF y pretende continuar. Eso sí, sin saber qué pasará en los próximos días o semanas.

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