El director de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Jose María Viadero. :: HUGO ORTUÑO / EFE
Sociedad

El Gobierno pagará de forma íntegra la repatriación voluntaria de Pajares

Rajoy afirma que es «de sentido común» que el Ejecutivo asuma todos los costes del operativo de regreso de los dos misioneros

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los responsables de la Orden San Juan de Dios tenían asumido que la repatriación voluntaria de Miguel Pajares y de Juliana Bonoha iba a suponer un buen mordisco a sus arcas. Tuvieron un día entero, desde que la directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa, lo anunciara el jueves cuando los dos religiosos españoles llegaron a España procedentes de Liberia, para hacer cuentas y ver cómo podían abonar la factura. «Asumiremos los gastos y responsabilidades que tengan que asumirse», aseveró ayer el director de la ONG Juan Ciudad, José María Viadero. No tendrá que hacerlo. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró que la factura de todo el despliegue técnico -la preparación de un A310 para transportar a los enfermos desde Liberia y la logística en Madrid- y humana correrá a cargo de las arcas públicas. «Esto lo va a pagar el Gobierno español, lo cual por otra parte es de sentido común», espetó el jefe del Ejecutivo en los jardines del palacio de Marivent tras reunirse con el rey Felipe VI.

Rajoy aseveró que «nunca» se había planteado este asunto, mostró su deseo de que «esta polémica quede zanjada en el día de hoy (por ayer)» y aseguró desconocer de dónde ha surgido esta polémica sobre quién correrá con los gastos. Una repatriación voluntaria que fue solicitada de forma oficial por la ONG Juan Ciudad y que el Gobierno aceptó por la «excepcionalidad» -como indicó Vinuesa el martes- del caso, ya que está vuelta a casa no se debe a ninguna catástrofe humanitaria o medioambiental o algún conflicto -como ha pasado recientemente en el Sáhara Occidental, Libia o Gaza- que obligue la evacuación forzosa de los nacional que estén viviendo o trabajando en aquellos países. Ahora está por ver si este criterio de gratuidad, que contempla la normativa consular, se aplica en otros casos con los cooperantes de numerosas organizaciones o los misioneros españoles que están desplegados en zonas de riesgo.

Unas dudas sobre el pago que fueron generadas por la responsable del Ministerio de Sanidad que incidió el jueves en que la ONG pagaría la vuelta de los dos religiosos, que se encuentran ingresados en la sexta planta del hospital Carlos III (Madrid). De Pajares no se conoce su evolución, ya que el misionero toledano, de 75 años, prohibió la publicación de su estado de salud, el del primer europeo que permanece en el Viejo Continente con ébola. En cambio, la hermana Juliana no ha tenido inconveniente en dar a conocer su estado. Después de que el jueves se confirmara de que no padece este virus mortal, la misionera de 65 años se encuentra «asintomática, sin fiebre, bien hidratada y con buen estado en general», recuperándose de las fiebres tifoideas que le detectaron nada más llegar al centro médico. Para asegurarse una vez más de que no tiene ébola, se le volverá a realizar la prueba la semana próxima.

El presidente del Gobierno detalló que hay 246 españoles viviendo y trabajando en los países que están siendo azotados por el ébola, sobre todo cooperantes y trabajadores sanitarios: 12 en Liberia, 43 en Guinea, 20 en Sierra Leona y 171 en Nigeria. «En este momento, creo que podemos estar tranquilos en nuestro país, pero el Gobierno está siempre atento como es su obligación», comentó Rajoy tras despachar con el Monarca. Unos trabajadores que se encuentra, en la gran parte de los casos, en contacto directo con los enfermos de ébola.

Preocupación

Después de conseguir el traslado de los dos españoles, la ONG Juan Ciudad agradeció al Ejecutivo que no les pase la factura por el viaje de vuelta de sus dos misioneros. Ahora, centra ahora sus esfuerzos en el resto de sus compañeros. «La prioridad y objetivo ahora es abrir el hospital», repitió Viadero en varias ocasiones en la sede de la orden. Desde el cierre del centro St. Joseph de Monrovia por la infección de ébola de su director hace una semana, en el país africano no hay ningún hospital abierto. «Ese es el principal drama», sentenciaba emocionado Viadero. «Queremos que se reabra el hospital porque la población necesita el hospital», reiteraba el religioso, que se emocionaba ante la sola mención de William, el enfermero voluntario camerunés -que Viadero ha calificado de «héroe»- que está tratando «las 24 horas» a las hermanas Chantal y Paciencia, afectadas de ébola, en el hospital de Monrovia.

El director de la ONG también agradeció «la excelencia en el trato» del Gobierno, con el que empezaron a hacer contactos desde el sábado pasado, aunque no quiso entrar en el «debate ético» de si el Gobierno tenía que haber repatriado a las hermanas infectadas. «Nosotros queríamos que viniesen todos», pero «tenemos que aceptar la decisión del Gobierno», declaró.