Los fastos de 2012 apoyan la opción preferida del Ayuntamiento. :: A. V.
CÁDIZ

Una tercera vía que se une a la de la Constitución de 1812 y la del Carnaval de Cádiz

El Ayuntamiento promueve la candidatura de La Pepa, mientras que el Aula del Carnaval apuesta por el reconocimiento de la fiesta local

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La aspiración por conseguir que Cádiz sea reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco viene de lejos. La apuesta inicial fue parecida a la que ahora proponen las entidades que forman el Foro de Debate Cádiz 2012, ya que buscaba el reconocimiento del valor del casco histórico gaditano, poniendo el acento en su conservación y en el valor de la convivencia entre las diferentes civilizaciones que han ido pasando por su territorio, dejando cada una su propia huella, siempre integrada a la perfección en la trama urbana.

Pero con el paso de los años han ido surgiendo otras opciones y otros intereses. Quizá de todos ellos el que parece tener más opciones reales de lograr el reconocimiento internacional sea el de la solicitud de que el Carnaval de Cádiz sea declarado Patrimonio Inmaterial Mundial. Echando un vistazo a los otros carnavales que ya lo han conseguido no deja de sorprender que una manifestación de la cultura popular como es el festejo gaditano no forme parte de la lista. Por eso hace ya unos años que el Aula de Cultura del Carnaval está trabajando en la presentación de una candidatura que se tendría que mirar en el espejo de otras que ya lo han conseguido, como son el flamenco y los patios de Córdoba.

Pero por una vía más oficial -a pesar de que la iniciativa debe partir de colectivos no vinculados con las administraciones-, la del Ayuntamiento de Cádiz, viene otra propuesta que parece que cuenta con más apoyos, y no es otra que la de conseguir el reconocimiento, también como Patrimonio Intangible, de la Constitución de 1812, vinculándola a su influencia en otros textos constitucionales posteriores en el resto del mundo y a su reflejo en la vida y la geografía de la propia ciudad, contando además con el respaldo de los actos celebrados en Cádiz con motivo del Bicentenario.

Todas las intentonas pueden tener opciones, siempre que se eleven a los organismos competentes con el rigor necesario. Los requisitos son muy estrictos y las exigencias muy grandes. Antes hay que pasar una serie de filtros, a nivel nacional e internacional. Y ese es justo el gran escollo para Cádiz, ya que sus candidaturas no sólo tienen que demostrar que son dignas aspirantes, sino también que son mejores que sus competidoras. Y son muchas.