Julian Assange, dos años refugiado en la Embajada ecuatoriana en Londres

Hace dos años que Julian Assange se refugió en la Embajada ecuatoriana de Londres y su vida transcurre con destellos de normalidad, como ver los partidos del Mundial, pero con muy pocas esperanzas de salir pronto. El creador de Wikileaks entró en la delegación diplomática un 19 de junio de 2012 pidiendo asilo, lo que le fue concedido dos meses después, por miedo a que la causa judicial por la que Suecia, quiere interrogarlo por dos casos de presuntos abusos sexuales, no sea más que un señuelo para enviarlo a Estados Unidos. Assange, a través de Wikileaks, difundió documentos oficiales secretos del gobierno estadounidense y puso de relieve los abusos cometidos en Irak y Afganistán,

Si la causa sueca desapareciese, tampoco tendría claro salir de la Embajada, situada en el barrio londinense de Knightsbridge y fuertemente custodiada día y noche. «Si tuviéramos éxito consiguiendo la anulación de la orden de extradición sin cargos emitida (por Suecia) hace 4 años, todavía tendría el problema mayor de Estados Unidos y su acusación pendiente, y quizás la orden de extradición», explicó en videoconferencia con la prensa, según unforma AFP.

«De todos modos», aseguró Assanje, «la eliminación del caso sueco acabaría con una maniobra política de distracción, que ha desviado la atención de la mayor investigación criminal contra un medio de comunicación hecha por el Departamento de Justicia» de Estados Unidos.

El Reino Unido pretende extraditar a Assange, de 42 años, para que sea interrogado en Suecia, cuya justicia no ha emitido cargos contra él porque su caso se encuentra en una fase de «investigación preliminar». Aunque Ecuador esté dispuesto a darle refugio en su territorio, Londres le niega el salvoconducto para emprender viaje.

Por su parte, Estados Unidos no ha confirmado que quiera juzgar a Julian Assange. Sin embargo, el principal topo de Wikileaks, Chelsea Manning, exanalista militar de inteligencia en Irak, fue condenado a 35 años de cárcel por la entrega de 700.000 documentos confidenciales. «Hay gente en peor situación que yo», dijo Assange, aludiendo a Manning, cuando se le preguntó si el encierro le resulta difícil.

Assange, vestido con traje oscuro y corbata, denunció que el Reino Unido «canceló unilateralmente» un grupo de trabajo que había acordado con Ecuador, atribuyéndolo a su implicación en la búsqueda de asilo en Rusia para Edward Snowden. Este estadounidense expuso los pormenores de la red mundial de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense y de otros servicios.

Apoyo de Correa

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo el martes que Assange puede permanecer el tiempo que quiera en la Embajada. «El señor Assange mientras él quiera está bajo la protección del Estado ecuatoriano y puede permanecer en la Embajada el tiempo que requiera. Toda la solución está en manos de Europa, particularmente Gran Bretaña y Suecia», manifestó Correa.

Assange dice que trabaja en la Embajada y está siguiendo el Mundial de fútbol de Brasil, apoyando, como no, a Ecuador, y no a su país, Australia. «He estado viendo el Mundial, aunque la recepción en este edificio es bastante difícil, quizás eso dificulte que los micrófonos puedan grabar a través de estas paredes».

Julian Assange, que lamentó no haber visto a sus hijos en cuatro años, aseguró que la situación en la Embajada «tiene sus dificultades pero, por otro lado y al revés de lo que les ocurre a otros reporteros especializados en temas de seguridad nacional, estoy en una jurisdicción en la que no puedo ser citado por la justicia, y en la que la policía no va a venir a golpear mi puerta». El creador de Wikileaks recordó que su familia y amigos han sufrido todo tipo de amenazas.