Imágenes del estado de la pintura rupestre antes y después del intento de robo. :: BENITO NAVARRETE / EFE
Sociedad

Intentan robar en Jaén una pintura rupestre de 3.800 años Patrimonio de la Humanidad

JAÉN. Actualizado: Guardar
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El hombre-golondrina de la Cueva de los Escolares de Santa Elena (Jaén) -pintura rupestre Patrimonio de la Humanidad- esperó durante más de 3.800 años su destino en la oquedad de una roca en Santa Elena, en los riscos de Despeñaperros que guardan Andalucía. Desde el 1.800 antes de Cristo hasta un día de la primavera de 2014: un vándalo entró en la cueva con un martillo y un cincel e intentó arrancar de cuajo la lasca de roca en la que una mano anónima lo pintó en un santuario de antiguos ritos mágicos, religiosos y sexuales. El bárbaro no logró su propósito, pero los daños son irreparables. Y han causado una inmensa indignación en Santa Elena y entre los amantes del arte y la historia. «Siente uno un dolor inmenso», afirma Benito Navarrete, director de Patrimonio del Ayuntamiento de Sevilla, profesor de Arte en la Universidad de Alcalía y vecino de la zona. Los daños los detectó el sábado por la mañana el guía-intérprete del patrimonio del Parque Natural de Despeñaperros, que acompañaba a unos visitantes, y fue a avisar a Navarrete, asiduo de los abrigos rupestres.

La Cueva de los Escolares fue descubierta el 3 de marzo de 1973 por un grupo de jóvenes estudiantes. La cueva está a una hora andando por la vieja calzada por la que los romanos entraban y salían de la Bética (el Empredraíllo, la llaman los lugareños), en un lugar poco accesible hoy día, por encima del Salto del Fraile, próxima a un pequeño embalse. Allí quedó pintada en ocre y de forma esquemática lo que algunos interpretan como la figura de una mujer embarazada. En su blog, Benito Navarrete describe la pintura como «un antropomorfo golondrina con los brazos muy prolongados y unos trazos muy desvaídos propios del periodo esquemático», parte de un conjunto de pinturas rupestres que «son la constatación del especial valor religioso y mágico de esta zona de paso milenaria y ancestral junto a otros ejemplos de la Subbética».