David Calleja se vale de recuerdos para anunciar la Semana Santa

David Calleja pregonó la Semana Mayor portuense con un texto que diseccionaba en capítulos diferentes sus momentos personales vividos. Un escrito henchido de espíritu cofrade desde dentro y fuera del paso, en virtud de su experiencia como trabajador en el mundo procesional.

El evento se desarrolló en el Teatro Pedro Muñoz Seca, donde estuvieron el alcalde, Alfonso Candón; el párroco de San Francisco, Antonio Olmo; el concejal de Fiestas, Millán Alegre y el presidente del Consejo de Hermandades, José Manuel Castilla.

Calleja comenzó su proclamación recordando los días previos a la llegada de la Semana Mayor y cómo él vive la Cuaresma, «cuarenta días de preparación que pasan muy rápido». Mencionó que el año pasado la hermandad del Resucitado le nombró miembro honorífico. Posteriormente hizo un recorrido a través de todos los días de la Semana Santa. Dio comienzo por el Domingo de Ramos con el paso de la Borriquita, «y es que la semana no empieza hasta que ella no lo hace posible», de la misma forma se refirió a la Flagelación, «dos barrios que pierden la razón el lunes santo, silencio que hasta duele cuando llega Jesús de los Afligidos». Igualmente repasó los colores de las hermandades centrándose en el azul cielo del Miércoles Santo con la Oración en el Huerto. El pregonero también evocó momentos de su niñez. Recordó cómo la hermandad del Resucitado le influyó de una manera especial, o que con siete años iba en busca del Nazareno donde salía su madre.

Por último, cerró el pregón con unas palabras especiales para la Virgen de la Amargura, «espero que nadie se moleste por estas palabras, pero es mi virgen».