Clemente abraza a su mujer el día que el excajero abandonó la prisión.
SAN FERNANDO

El desfalco suma ocho imputados por blanqueo de capitales

El Juzgado acepta la petición de ampliación de la causa y atribuye a la mujer del excajero y a siete miembros de la familia marroquí indicios de sacar el dinero

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El Juzgado de Instrucción número 2 de San Fernando ha admitido la petición de ampliación de la causa, solicitada en el pasado mes de julio por el Ministerio Fiscal para sumar nuevas imputaciones al desfalco. De esta manera, Los excajeros Clemente Ruiz y María José Lebrero, dejarían de ser los únicos acusados dentro del proceso. Aunque pueda parecer que el caso se encuentra paralizado, lo cierto es que se siguen realizando diferentes diligencias para despejar la duda de cómo se llevaron 7,8 millones de euros de la caja municipal de San Fernando, entre ellas se encuentran estas nuevas imputaciones. Y es que una vez cerrada la vía administrativa, por la que el Tribunal de Cuentas ha determinado la responsabilidad en la falta de control que facilitó el supuesto robo (actualmente recurrido por las diferentes partes), ahora lo que queda es fijar quién o quiénes y cómo lo ejecutaron.

Una vez que se ha analizado la última fase de la investigación policial, que exponía que se había encontrado la salida de parte del dinero hacia Marruecos, para el fiscal encargado del caso existen suficientes indicios como para ampliar las imputaciones. Y así lo solicitó en julio del pasado año incluyendo a la mujer del funcionario, Manuela Oneto, y a siete miembros de la familia marroquí con la que el matrimonio mantenía una estrecha relación. Todos bajo la acusación de blanqueo de capitales.

El Juzgado debía decidir si estimaba o no tal petición y finalmente la ha aceptado. Unas acusaciones que se apoyarían en la segunda parte de la investigación policial, en la que se insiste en la relación entre estas personas y el que fuera encargado de la caja municipal. Estos lazos explicarían la desaparición de una gran cantidad de dinero. En un principio se habló de la mitad del dinero sustraído, que asciende a 7,8 millones de euros, aunque esa cifra se ha reducido y puede rondar en torno a los 2,5 y los tres millones de euros. Un dinero que se justificaría en diferentes inversiones, cuentas y bienes detectados por los investigadores. De confirmarse reforzaría la teoría en la que ya se sustentó un primer informe de la Policía Nacional. En el que se exponía el soporte financiero de M.A.B., A.B.A y N.B.A, de origen marroquí, por parte de Clemente.

Hay que recordar que la primera parte de la investigación se centró en el ex cajero, una vez fueron descartado el resto del personal de Hacienda tras las pesquisas económicas. En estos documentos también se evidenció la necesidad de que Clemente manejara una gran cantidad de dinero para solventar diferentes operaciones y transacciones. Un capital que el imputado asegura poder contrarrestar de forma sencilla y de acuerdo a sus negocios con la inmobiliaria, al salario que percibía y el sueldo de su mujer, así como otros tipos de ingresos.

Sin embargo, las conclusiones de la Policía señalan otro tipo de indicios en los que se han indagado hasta poder justificar la salida de casi tres millones de euros, en la supuesta relación que mantenía Clemente con la familia marroquí. La cuestión es saber dónde está o por dónde se fue el resto del dinero.

La última vez que hubo novedades públicas con respecto al desfalco y su causa penal fue en junio de 2010 cuando los excajeros volvieron a declarar ante la jueza encargada del caso. Una comparecencia en la que se abordó la desaparición de los 78.000 euros de las multas. Desde entonces no se ha vuelto a ver a nadie desfilar por el juzgado.