Envidia patriótica

Cada vez que vemos cómo un ciudadano estadounidense escucha con verdadero respeto su himno nacional y venera con devoción la enseña única que les representa, y lo comparamos con nuestro país, hoy en día convertido en una verdadera jaula de grillos, me avergüenzo de ser español. Sobre todo al ver cómo se abuchea el himno nacional e incluso se quema la enseña rojigualda, junto a otros símbolos del Estado. Confieso que a esta España no la conozco desde que se ha convertido en 17 parásitos que sólo saben chupar la sangre de papá Estado y procurar sacar más de los demás, por eso no me extraña que se nos tome por una nación poco seria y nuestro peso en el exterior siga cayendo hasta la altura del betún. Ahí tenemos la muestra con el problema gibraltareño, donde se está luchando por una soberanía y somos los propios españoles quienes ayudamos a esta colonia para convertirnos en colonizados por una población de unos miles de 'llanitos'. Así vemos cómo un exsenador socialista que ocupó cargo importante es hoy consejero del alcalde 'gobernador' Picardo e incluso la propia teniente alcalde de La Línea actúa a partir un piñón con este gobierno 'pirata', que sólo sabe invadir nuestras aguas e ir ganando terreno a esos siete kilómetros cuadrados, hoy en día, convertidos en antro de defraudación.