Sociedad

Agua para la vida, más allá de 2015

La cooperación internacional española aporta 1.330 millones de euros a un fondo para llevar agua América Latina y la zona del Caribe Más de 780 millones de personas, un 11% de la población mundial, no disponen de agua potable

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los principales jefes de Estado del mundo acordaron durante una reunión en Nueva York, en septiembre del 2000, un plan a quince años vista para remediar, en la medida de lo posible, aquellos problemas que padecen una gran parte de la humanidad. Erradicar la pobreza extrema y el hambre, establecer una educación mínima para los más pequeños o promover la igualdad entre sexos se incluyeron entre los ocho objetivos a cumplir recogidos en la Declaración del Milenio de 2000.

El séptimo punto del documento de Naciones Unidas, dedicado a la búsqueda de una sostenibilidad medioambiental, establece como meta «el acceso sostenible al agua potable y al saneamiento básico» a través de una modernización y mantenimiento de la infraestructura necesaria», así como «cerrar la brecha en materia de saneamiento mediante una labor sobre el terreno». España, por su parte, se comprometió a centrar sus esfuerzos en este punto del programa.

De los 780 millones de personas que hoy en día no tienen acceso al agua potable, un 6,4% -50 millones- vive en América Latina o la zona del Caribe, áreas geográficas en las que tradicionalmente se ha centrado la cooperación española y donde actualmente desarrolla gran parte de sus proyectos. La cifra asciende a los 2.500 millones de habitantes del planeta si se atiende a la disponibilidad de una red que garantice un saneamiento mínimo, un 5% de ellos -125 millones- en esta zona de América, lo que supone la ausencia de servicios tan básicos como agua corriente destinada a higiene y salubridad, según datos de Unicef.

Para materializar el compromiso español con la causa, el ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación puso en marcha hace seis años el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS), dotado de 1.700 millones de euros, de los cuales 1.330 millones los ha aportado el Gobierno de España.

En un intento de desarrollar infraestructuras para poner agua y saneamiento a disposición de las poblaciones, la Agencia Española de Cooperación (Aecid) se nutre de este presupuesto junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con quien trabaja de forma bilateral. Según ambas organizaciones, gracias a los fondos se han podido financiar hasta el momento 67 proyectos en zonas de actuación prioritaria.

El objetivo concreto que salió de aquella reunión en Nueva York consiste en reducir a la mitad el porcentaje de personas sin acceso a recursos hídricos dignos, algo que el mundo, según Unicef, va encaminado a cumplir en lo relativo al agua potable. Sin embargo, la organización augura que la aspiración de llevar recursos para el saneamiento a 500 millones de personas no se hará efectiva. A pesar de ello, asegura que ambos propósitos son rentables, ya que, según un estudio de beneficios y costos de la Organización Mundial de la Salud, cada dólar invertido en la materia revertiría en cantidades que oscilarían entre los 3 y 34 dólares.

La falta de agua cuesta vidas

La gravedad de no cumplir los plazos para mejorar la infraestructura hídrica en muchos lugares del planeta, más allá de las cuestiones monetarias, sale muy caro en vidas. La falta de acceso a los 40 o 50 litros diarios de agua necesarios por persona, según Naciones Unidas, es una de las causas principales de enfermedades en el mundo. Especialmente en los países no desarrollados, la población se ve obligada a ingerir agua no apta para el consumo y no dispone de lo necesario para cumplir con una higiene mínima. Traducido en cifras: el 4% de la mortalidad mundial está asociada a enfermedades de transmisión hídrica. Unos 4.500 niños fallecen a diario, según Unicef, por carecer de agua potable y un entorno salubre, problemas que afectan con especial dureza a las zonas rurales del planeta.

La necesidad de cooperar a nivel internacional saldrá de nuevo a la palestra el próximo día 10 de septiembre durante un desayuno en la sede de Naciones Unidas en Manhattan, donde se repasará la contribución de España a los Objetivos de Desarrollo del Milenio en materia de agua y saneamiento. Y lo que es más importante, el 25 del mismo mes, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, presentará ante los estados miembros un nuevo informe destinado a acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, así como el programa previsto para más allá de 2015: 'Una vida digna para todos'.