BICEFALIAS TRAS EL VERANEO

NO sé si es por la intensidad de acontecimientos del mes de julio o por la que se avecina entre la segunda quincena de este mes y septiembre con el cambio de Gobierno, o por ambas a la vez, pero lo cierto es que a la Junta y a las sedes de los partidos parlamentarios bien podría colgárseles el letrero de 'cerrado por vacaciones'. Los políticos están de veraneo y solo alguno asoma de vez en cuando para dar un recado por la capital andaluza, como han hecho esta semana José Luis Sanz (PP) y José Antonio Castro (IU). Los dirigentes del PSOE están tan extenuados después de las primarias de julio y los anuncios por sorpresa de Griñán que ni asoman.

Solo Luciano Alonso y Diego Valderas, al alimón, tratan de llenar tanto escaparate del Gobierno andaluz con la persiana echada o vacío. El consejero de Cultura va a lo suyo, la cultura o el deporte, pero Diego Valderas trata de acudir a todo, es decir, dar respuesta sobre Gibraltar, los ERE y el sursuncorda. Así le pasa lo que le pasa. Esta semana ha dejado dos perlas: Una sobre los ERE, apremiando a la jueza a «pasar página»; y otra sobre la futura presidenta, Susana Díaz, a la que piropea sin rubor por su «experiencia» política.

Está claro que Valderas, libre del corsé de dirigente de un partido que también debe hacer oposición al PSOE, porque es rival electoral aunque gobiernen juntos, habla más con el corazón que con la cabeza. Eso, en realidad, le honra, aunque traiga de cabeza a los suyos.

Maíllo, que está de vacaciones en Málaga con su familia, no tiene tiempo de calzarse las playeras. Cada dos por tres sale a corregir con delicadeza las declaraciones de Valderas. Donde dije digo, digo Diego, parece la cantinela de IU este verano. Porque mientras Diego piropea a Susana, Maíllo y Castro sacan sus perfiles de duros de cine (de verano) para recordar a la presidenta que ellos tiene la llave del Gobierno. «No vale cualquier discurso», dicen a la futura jefa andaluza. Una frase que ni pintada en el 'watsapp' de Valderas, quizás el verdadero destinatario del mensaje.

No se yo si este reparto de papeles de la dirección coral de IU acabará desafinando y, como otras experiencias, en la temida bicefalia. Como ocurrirá, sin duda, en el PSOE, pero no entre Griñán y Susana Díaz, sino entre Mario Jiménez y aquella. Al repartir su herencia, Griñán le ha dejado a Jiménez el partido y a Díaz, que se define a sí misma como mujer de partido, el Gobierno. No hay que ser el guionista para saber cómo acabará la película. Queda por conocer el candidato del PP que compartirá bicefalia con Zoido. Será también después del veraneo. O quizás no.