Valvanuz supera el techo histórico de asistencia a más de 500 familias

«¿Qué cuándo se ha dado esta situación antes? Nunca, desde que comenzamos». Así de claro lo deja Mila Aragón, de la Fundación Valvanuz cuando se le pregunta si en otro momento han alcanzado el techo de asistencia a más de 500 familias. Desde 1983, año en el que se crea esta entidad, nunca habían atendido a tantas familias. «Además, es un número que va en ascenso», como reconoce resignada Aragón.

De hecho, este año y como medida excepcional en Valvanuz han mantenido abiertos tanto el comedor como la entrega de alimentos a familias también en julio. Han aplazado el descanso de más de 30 voluntarios al mes de agosto. En octubre, retomarán el despacho para atender nuevas peticiones de familias. Precisamente, ya han sido varios los que se han acercado con documentación para solicitar la ayuda de Valvanuz. De ahí que Aragón vaticine que el otoño próximo subirá el número de peticiones. Todo ello, en un contexto ya complicado de por sí en lo que se refiere a la obtención de alimentos y recursos económicos con los que ayudar a las familias. Ahora, Valvanuz espera una ayuda de alimentos procedente de Europa. Contribución que llega como agua de mayo justo en un momento en el que ya están notando la escasez de abastecimiento.

Y es que la decisión de mantener el reparto de alimentos en julio ha hecho que las provisiones bajen. Por ello, desde Valvanuz hacen un llamamiento para que la colaboración de particulares y entidades siga. De hecho, en el comedor están muy agradecidos de la ayuda que reciben de gaditanos particulares y entidades como cofradías que contribuyen a que el sostenimiento de la ayuda no decaiga.

Todo ello en unas cifras que no dan lugar al optimismo. Así, en los últimos dos años la asistencia a familias ha pasado de 300 a más de 500, por no hablar de que hace 19 años, cuando Mila Aragón comenzó en la asociación, no se atendía ni a un centenar de familias. En Valvanuz no están solos en lo que a asistencia se refiere: María Arteaga, Caballeros Hospitalarios o las Hermanas de la Cruz o Cáritas componen la red de ayuda gaditana. En todos estos lugares se sostienen gracias a las aportaciones del Banco de Alimentos y a las donaciones particulares o de otro tipo de entidades.

En el caso de Valvanuz, su comedor sirve cenas a los más necesitados. A eso se suma, la asistencia a familias que ahora en julio se realiza jueves y viernes en forma de lotes de alimentos esenciales y no perecederos (lecha, pasta, aceite, galletas...). A eso se suma, el pago de recibos o de gastos de primera necesidad con el que poner el grano de arena a que muchas familias gaditanas no caigan en la exclusión social absoluta. Un drama que en Valvanuz saben bien, como sintetiza Mila: «Colaborando aquí te haces fuerte».