Rubalcaba, ayer durante un acto en Madrid. :: EFE
ANDALUCÍA

La decisión de Griñán de dar paso a otra generación coloca en un aprieto a Rubalcaba

Muchos barones admiten que el gesto del presidente de la Junta influirá en el estado de ánimo de los cuadros y la militancia

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Era el principal soporte de Alfredo Pérez Rubalcaba para frenar el debate sobre la renovación del liderazgo interno, al menos hasta que el PSOE haya aprobado su nuevo proyecto para España en la Conferencia Política de otoño. Y ese pilar se ha caído. La decisión de José Antonio Griñán de no repetir como candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía y la confirmación de que convocará primarias de manera inmediata, en julio, sitúa ahora al secretario general del PSOE en un escenario de difícil gestión.

Griñán, presidente del partido y líder de la federación más poderosa, no solo anunció su próxima marcha ayer durante el debate sobre el estado de la comunidad, sino que lo hizo con un discurso que resulta letal para el líder de la oposición. «Cualquier oficio envejece si no hay savia nueva; lo mismo ocurre con la política. Mi generación ha sido la de la transición. La transición es un pasado que no se va a volver a repetir, no puede ser que la sociedad cambie y los dirigentes de un proyecto social y político no sean solidarios», defendió en el preludio de su adiós.

Ahora, los 'rubalcabistas', que llevan meses combatiendo las presiones de los criticos, e incluso de barones afines preocupados por las encuestas, han perdido un valiosísimo dique de contención. Y fuentes socialistas aseguran que se avecina una riada porque Griñán ha dejado su sucesión «bien atada» y porque sus herederos, aseguran, no se conformarán solo con tomar las riendas del partido en Andalucía, sino que ya preparan el asalto a Ferraz.

El primer paso será la celebración de un proceso de primarias exprés, prácticamente 'a la búlgara'. Seguramente en julio. Y tampoco se descarta que se adelanten las elecciones. Los socialistas andaluces manejan encuestas que indican que el PP está muy débil y que pueden crecer gracias a su deterioro. De adelantarse, los comicios podrían coincidir con las europeas de mayo de 2014, en las que se prevé un mal resultado para el PSOE. Eso, dicen fuentes de la formación, reforzaría la posición de los andaluces que podrían, incluso, forzar un congreso extraordinario con el vicesecretario general, Mario Jiménez, en vanguardia.

Queda mucho trecho para que todo eso pueda llegar a ser más algo más que un proyecto esbozado en la cabeza de algunos. Pero lo que no tiene marcha atrás es la salida de Griñán. Rubalcaba mantuvo varias conversaciones con él a lo largo del martes, después de que el presidente de la Junta le llamara a las diez de la mañana para informarle de lo que pensaba hacer. Según fuentes cercanas al secretario general, este trató de hacerle «reflexionar», pero no de disuadirle, dicen, «porque es una decisión muy personal». En todo caso, sostienen que el dirigente andaluz ha sido «leal».

El líder de la oposición, que salió al paso de la noticia en Bruselas, aseguró que ambos coinciden en que lo ocurrido «no va a alterar el calendario» del PSOE. Sin embargo, son muchos los barones que admiten que es un asunto de calado que influirá en el estado de ánimo de los cuadros y la militancia. Y que será inevitable discutir sobre el relevo generacional en el Comité Federal del 13 de julio, en el que deben ratificarse las primarias andaluzas.

La que fuera rival de Rubalcaba en el 38 Congreso, Carme Chacón, se apresuró por si acaso a salir de su habitual silencio para alabar el gesto de Griñán, ella es veinte años menor. Pero no sería la primera vez que en el PSOE hay mucho ruido y pocas nueces. «Estamos ante la última posibilidad de que Rubalcaba no sea candidato -dice uno de sus detractores, harto de darse contra una pared- si el Comité Federal no reacciona, los tiempos los gana Rubalcaba».