Los cruceros revolucionan Cádiz

La llegada de cruceros la pasada semana al muelle de Cádiz ha demostrado que este sector turístico es un auténtico flotador para el comercio de la ciudad; sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Las tiendas, bares y restaurantes de la capital han notado la aportación extra de los turistas, pero es obligatorio que los empresarios unan esfuerzos para mejorar la oferta horaria de sus establecimientos y también, en lo que compete a las administraciones, planificar de una forma más amplia las actividades en la ciudad. Por un lado, los propios cruceristas reclaman que el horario de las tiendas sea mayor, incluso en festivos y fines de semana, y también que los servicios de visitas y actividades en el centro de la ciudad goce de una planificación más amplia. En estos tiempos de crisis no queda más remedio que reinventarse o aguzar el ingenio para ofrecer algo diferente y, a la vez, atractivo. El Rincón Gastronómico abierto en el Mercado Central es el mejor ejemplo de ello. En solo cinco días han llegado a la capital unos 20.000 viajeros, de los que el 70% se ha quedado en Cádiz y el resto se ha repartido entre los que se quedan en el barco o los que aprovechan para emprender excursiones a los municipios aledaños. Poco a poco se ha logrado invertir la tónica de que Cádiz era el puerto de Sevilla, es decir, el Muelle Ciudad servía para desembarcar a los cruceristas y trasladarlos a la capital hispalense. El esfuerzo de captación ha sido grande. Por ello, es conveniente que las administraciones públicas y, en especial el Ayuntamiento, no pierdan este filón y sepan sacar el máximo partido. Respeto, amabilidad y sobre todo, buena oferta.