Fines de semana con gancho

La avenida Micaela Aramburu y un tramo de la avenida de la Bajamar se cerrarán durante la celebración de la Motorada para una carrera de motos clásicas. La concejalía de Turismo, la asociación de Aficionados a las Motos Clásicas, el Centro Comercial Abierto y la empresa Gestoflor se han coordinado para poner en marcha esta actividad, que se completará con una oferta gastronómica y conciertos al aire libre, con la confianza de que sirva de gancho a los moteros que elijan El Puerto como destino los días 3, 4 y 5 de mayo. Pero este trabajo conjunto de cara a la Motorada no es un hecho aislado. La concejalía mantiene desde hace varias semanas reuniones con los empresarios del sector para sacar el máximo provecho a eventos que ya se celebran en la ciudad y que podrían dar más de sí en lo que al turismo se refiere.

Así, otras citas deportivas como la Semana Clásica de Puerto Sherry y las competiciones del Club Náutico; o de distinto cariz, como el Mercado Medieval que se celebra en junio, la Feria de la Vendimia y la Noche de San Juan, se perfilan como excusas para hacer una promoción conjunta público-privada, de la oferta hotelera con paquetes ya cerrados de alojamiento. La intención es que el conjunto sea apetecible para el turista, tanto en lo concerniente al ocio en sí, como a las condiciones económicas. La comunicación al público objetivo tendrá varios cauces: los municipales, mediante su participación en ferias y congresos, así como a través de la página web de Turismo; y los privados que podrán hacer los propios empresarios del sector a través de touroperadores, comercializadores de hoteles, y siempre teniendo en cuenta el poder de Internet.

El concejal del ramo, Raúl Capdevila, explicó que, amén de las lluvias de ideas que se dan en esos encuentros, lo que ya está cerrado es el desfile de motos clásicas, un campeonato de pesca deportiva y otro de golf. En cartera, figuran un desfile de moda -tallas grandes, bebés-, clases colectivas de 'spining' al aire libre, o un campeonato de esgrima, cuya organización aún está por determinar. «Se trata de llenar de contenido esos meses de buen tiempo que quedan fuera de la temporada alta, pero a los que debemos sacarles más rendimiento, teniendo en cuenta la importancia del turismo en la economía local».