CAMPO DE GIBRALTAR

El ferry que chocó en el Estrecho llevaba las alarmas apagadas porque son «muy molestas»

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El capitán del fast-ferry 'Milenium Dos' de la compañía Acciona que comandaba el barco el 13 de enero de 2012, cuando colisionó con el carguero 'New Glory' a cinco millas de Ceuta, en aguas del Estrecho de Gibraltar, ha declarado que el abordaje pudo producirse por la «contaminación lumínica» que se encontró en la zona o por los «ángulos muertos» del buque, que le habrían impedido ver al mercante, pero no por «falta de vigilancia eficaz», como ha apuntado en su informe sobre el incidente la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) del Ministerio de Fomento.

Según han explicado fuentes judiciales a Europa Press, el máximo responsable de la navegación del barco ha declarado en calidad de imputado por un presunto delito o falta de lesiones por imprudencia ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de la ciudad autónoma y ha defendido que estuvo «en todo momento» atento al tráfico en la zona, aunque ha reconocido que llevaba uno de los dos radares del ferry en 'stand by' porque había «buena visibilidad» y que tenía apagadas las alarmas porque el elevado tráfico existente en el Estrecho haría que estuviesen sonando «siempre», lo que es «muy molesto».

El capitán ha argumentado que tras cruzarse con otro ferry de pasajeros que cubre las líneas de pasajeros del Estrecho, el 'Jaume I' de Baleària, en el que según la Ciaim llevaba focalizada su atención junto con otra conversación «ajena a la navegación», no perdió en ningún momento de vista la situación del tráfico y mantuvo una vigilancia «total en todo momento».