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Los juzgados de Arcos se quedan diez días incomunicados

Jueces y secretarios judiciales confirman que la falta de teléfonos e internet ha generado retrasos en las citaciones y que no saben la causa del problema

ARCOS. Actualizado: Guardar
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Sin teléfono, internet y fax y sin poder notificar las decisiones judiciales y las notificaciones. El juzgado de Arcos ha vivido durante diez días, desde el pasado día 16 hasta ayer, una situación impropia de una administración de justicia del siglo XXI. Durante estos días, jueces, secretarios y funcionarios no han podido utilizar los teléfonos, ni para llamar ni para recibir, por lo que muchas comunicaciones no han tenido más remedio que quedarse sobre las mesas y a la espera de que se restableciera el servicio.

Jueces y secretarios confirmaban ayer a LA VOZ que el corte ha generado numerosos problemas porque no se han podido enviar notificaciones. De hecho, uno de los más afectado ha sido el juzgado número tres, que lleva las cuestiones de violencia de género, que ni siquiera podía tramitar las órdenes de alejamiento. De hecho, para no dejar indefensa a las víctimas, la secretaria de dicho juzgado ha tenido que tirar de teléfono propio y de pedir favores a la Guardia Civil para que al menos se tramite la protección aunque no sea por los cauces establecidos.

Los jueces aseguran no conocer la razón que ha propiciado este corte, aunque ayer se solucionó el problema. En los pasillos de la sede judicial se comentaba que podría deberse a un cambio en el proveedor de servicios aunque eso no justificaría el retraso que se ha tenido en volver a la normalidad. Mientras, los funcionarios pedían explicaciones a la Junta de Andalucía pero sólo obtenían la callada por respuesta.

Pero estos problemas no son los únicos que se dan en una sede judicial en la que faltan hasta folios y se pide en las fotocopiadoras que quien haga fotocopias lleve las hojas. Las secretarias de los tres juzgados reconocen que cuando piden material tardan meses en servírselo y «sólo nos mandan una décima parte de lo que pedimos», destaca una de ellas. Además, a pesar de que la sede es relativamente nueva, ya se ha desprendido una parte del techo de la tercera planta que tuvo que ser reparado y «actualmente tenemos un par de baños precintados por la Inspección de Trabajo desde hace un año porque no se pueden usar», reconoce uno de los jueces.

Otras carencias

Los trabajadores también se quejan de que muchos aparatos de calefacción no funcionan y que las carencias informáticas son importantes. De hecho, reconocen que cuando dan el parte de que una impresora, o cualquier otro aparato, no funciona «al final terminamos con otra impresora mucho más vieja de las que no paran de reparar y se vuelven a estropear al poco tiempo». La falta de recursos aseguran que va en detrimento de la calidad del servicio que se presta al ciudadano porque «además de lo saturados que estamos, perdemos horas y horas en solucionar cuestiones tan tontas como que se encienda un sistema informático para poder trabajar», destaca uno de los jueces.

Relacionado la comunicación, hace unos meses se dio una situación todavía más rocambolesca que la que ahora se ha dado. Los jueces y las secretarias reconocen que durante un mes ha estado estropeado el teléfono móvil que se pone al servicio del juez de guardia, que tiene que estar totalmente localizado. Durante ese tiempo tuvieron que tirar de teléfono propio, cosa que reconocen que hicieron por responsabilidad, porque de otra forma no podrían haber atendido los casos que se producen.