El difícil papel de Felipe González

La oficina de Felipe González declinó ayer hacer cualquier comentario respecto a la controversia causada por la presencia del expresidente del Gobierno al frente del Consejo de Participación de Doñana y su cargo de consejero en la empresa que promueve el proyecto, Gas Natural Fenosa, desde 2010. Tampoco quiso comentar acerca de las diez mil firmas que WWF le ha remitido para pedirle que pare la iniciativa.

González entró a presidir el parque en diciembre de 2009, en sustitución del prestigioso biólogo, Ginés Morata, que se había opuesto al oleoducto del grupo Gallardo. El proyecto gasístico ya estaba tramitándose entonces y nadie puede decir que haya participado en ninguna toma de decisión, sobre todo porque el ex presidente no acudía a las reuniones. De hecho, los ecologistas protestaron por sus reiteradas ausencias, hasta que el expresidente decidió abandonar el cargo, el pasado 13 de diciembre, mes y medio antes de que el Boletín Oficial del Estado publicara la aprobación de las Declaraciones de Impacto Ambiental que levantaron la liebre de la nueva amenaza que se cierne sobre este pequeño trozo del paraíso.