La plantilla se encierra y anuncia nuevas protestas

La incertidumbre que pesa sobre el astillero de Puerto Real ha llevado a su plantilla a preparar otro calendario de movilizaciones. Los trabajadores protagonizaron ayer un encierro de una hora en las oficinas de la dirección de la factoría. Celebraron sobre las diez de la mañana una asamblea para abordar los planes anunciados por la empresa para desplazar a parte de su plantilla a otros centros de Navantia del país.

La primera impresión que tienen los trabajadores sobre esta propuesta de la empresa es el inicio del desmantelamiento de este astillero. Por ello, lo primero que subrayó el presidente del comité de empresa, Ramón Linares, en nombre de todos los trabajadores es que la plantilla, «como hemos hecho siempre, está dispuesta a ayudar y a echar una mano en cualquier centro de Navantia con determinadas cargas de trabajo y picos altos de actividad puntuales». Recordó a la dirección de la empresa la obligación que tiene de cumplir el convenio colectivo en lo referido a que cualquier desplazamiento de personal deberá de negociarlo con el comité. Linares explicó que «en esa negociación será cuando le exijamos compromisos serios de carga de trabajo para este astillero que despejen su futuro incierto». Hizo hincapié en que el propósito principal de «la lucha» y la reivindicación que han mantenido en la calle es la carga de trabajo para los astilleros de la Bahía.