Apuntes

Los fantasmas desconocidos

Los niveles de paro que sufre la provincia empiezan a sacar a la luz lacras desconocidas en los últimos años como la malnutrición

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Varios expertos en analizar la realidad socioeconómica en la que viven han asegurado en los últimos meses que los niveles de desempleo que sufre Cádiz son absolutamente inauditos. En ningún otro punto de Europa se encuentran porcentajes tales (por más que influya la economía sumergida o los sistemas de cuantificación sean deficientes). Para encontrar cifras de paro similares, que superen el 40% de los que pueden y quieren trabajar, hay que trasladarse a unas pocas zonas deprimidas de Suramérica, África u Oriente Próximo. Esa comparación podía parecer exagerada porque, de hecho, los niveles de calidad de vida y servicios con que cuentan los gaditanos son extraordinariamente más eficaces y solidarios que los existentes en esos lugares del mundo. Sin embargo, las cifras que retratan a esta provincia como un territorio con síntomas de tercermundismo insisten tercos. Aunque las redes familiares y sociales aún proporcionan un escenario de cierta calma, empiezan a coincidir síntomas alarmantes. El último lo aportó ayer la presidenta de Cruz Roja Española en la provincia. Durante la firma de un convenio de colaboración con otras asociaciones solidarias, aseguró que empiezan a crecer lacras sociales desconocidas durante las últimas décadas, como la malnutrición.

Sólo en los datos que maneja Cruz Roja (sin sumar Cáritas ni Banco de Alimentos) se han detectado unos 8.000 casos de malnutrición en la provincia. Los forman una de cada cuatro personas que va a pedir alimentos por esta vía solidaria. Los técnicos fijan la malnutrición en consumir menos de tres veces por semana algún alimento proteico (carne, pescado, huevo y leche). Empiezan a escasear también los adjetivos.