El activista de Internet Aaron Swartz, en una imagen de febrero de 2008. :: NOAH BERGER / REUTERS
Sociedad

Expediente Aaron Swartz

El suicidio del genio de la Red desata las críticas contra el MIT, que le demandó por robar datos de la institución

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El pasado 11 de enero, el cuerpo de Aaron Swartz apareció sin vida en su apartamento de Brooklyn. El forense encargado de levantar el cadáver aseguró que el activista de internet se había ahorcado, con 26 años recién cumplidos. Lo hizo en un momento en el que el peso de la Justicia podía vencerse sobre él y tendría que enfrentarse a una condena de varias décadas de prisión y una multa millonaria.

Swartz, un talento precoz de las tecnologías informáticas, estaba acusado de haber accedido a la intranet del Instituto Tecnológico de Massachusets (MIT) para descargar miles de artículos académicos con la intención de distribuirlo por internet. El caso es un caldo de cultivo único para los teóricos de la conspiración. Muchos en los mentideros tecnológicos no han dudado en señalar a los métodos por Stephen Heyman, uno de los fiscales del caso, que en 2008 también trabajó en una investigación similar y cuyo acusado, Jonathan James, tuvo el mismo e infausto final que Swartz.

Susan y Robert Swartz son dos padres partidos por el dolor. Responsabilizan de la muerte de Aaron a las autoridades judiciales por la persecución a la que sometieron a su hijo. Al MIT le acusaron de «traidor» por insistir en la demanda y no hacer nada para frenarla. Su padre comentó, en una entrevista al New York Times, que se reunió en dos ocasiones con el rector del centro, quien le aseguró que el gobierno había pedido recolectar las pruebas para incriminarle. Wikileaks terminó de incendiar Twitter insinuando que el joven había mantenido contactos con Assange y que podía haber sido «una de las fuentes» de la plataforma que desnudó las interioridades de la maquinaria diplomática estadounidense.

Swartz tenía una beca en Harvard. Hasta que le bloquearon el acceso, utilizó su cuenta para acceder a los documentos científicos de JSTOR, una plataforma sin ánimo de lucro que los proporciona a distintas universidades. Una vez le cortaron el riego decidió infiltrarse en el sistema del MIT. El que fuera creador de las licencias 'creative commons', los RSS o la plataforma Reddit consiguió pasar desapercibido un tiempo. Sin embargo, cuando la institución detectó a un intruso, preparó junto a la Policía una ratonera a base de cámaras en la que Swartz solo tardó dos días en caer.

Frente a los que ponen en cuestión la versión oficial de los hechos, hay quienes ven más que probable que el de Illinois se quitase la vida por una supuesta depresión que padecía tiempo atrás. Una entrada en su blog de 2007, recogida por varios medios, sugería que así fue. Aunque negada por miembros de su círculo más cercano, otros como el bloguero Cory Dotcow aseguraba que Swartz sufría una depresión de la que hablaba libremente.