El 2013 comienza pendiente de las grandes obras del Bicentenario en San Fernando

Años preparándolo todo. No fue sencillo porque San Fernando había perdido su conciencia del papel que desempeñó en 1810. Eso al menos ha cambiado, pero poco más. El objetivo del Ayuntamiento era relanzar la ciudad a partir del Bicentenario de Las Cortes, 200 años desde que en La Isla se realizaron las primeras reuniones en el Real Teatro de Las Cortes, entonces conocido como Teatro de comedias, para comenzar a estructurar lo que sería la primera Constitución de España. Era la oportunidad de que la ciudad reclamara esa parte de la historia, el mérito de haber aguantado el asedio de los franceses, el ser la última frontera del país. Por ello se creó un ambicioso plan para volver a poner al municipio en el punto de mira de España.

Pero, tres años después de la fecha clave, los objetivos se han desvanecido. El 2013 ha llegado y los grandes proyectos del Bicentenario o continúan atascado o simplemente no han alcanzado el éxito esperado. El ejemplo más claro se encuentra precisamente en el puente Zuazo, aquel lugar que fue inalcanzable para los franceses.

La actuación estrella del Diez, la rehabilitación del Real Carenero, comienza el año como lo terminó, sin tener claro si podrá seguir adelante o cómo se retomarán el resto de los trabajos. Y es que llegó a estar año y medio con las obras paralizadas. Ahora mismo sigue pendiente la terminación de la fachada, que está siendo repintada con sus colores originarios, de una tonalidad ocre. La actuación marcha a un ritmo más lento de lo deseado y se calcula que, aproximadamente, todavía queda un mes para su terminación definitiva.

Ahora bien, de lo que ocurrirá después poco se sabe. Puerto Real y San Fernando estaban trabajando en un convenio de uso y puesta en valor del emplazamiento, pero se desconocen los términos. Tampoco se sabe cuándo empezará la rehabilitación del puente Zuazo que se quiere hacer por fases.

Pero no es la única actuación que sigue sin ver la luz o tener una fecha clara de conclusión. Es el caso del castillo de San Romualdo. A pesar de tener incluso ya la partida económica necesaria para la terminación de la obra, se desconoce cuándo se podrán abrir sus puertas. En su interior se encuentran los cañones que fueron recuperados del entorno del puente. Ahora habrá que determinar qué se hace con el espacio y el problema radica en la falta de presupuesto, ya que la crisis económica ha roto los planes iniciales.

Lo mismo ha sucedido con la rehabilitación del Palacio Consistorial, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Ahora se quiere retomar revisando el plan para hacerlo por fases y reduciendo costes. Aunque también ha habido actuaciones que han salido adelante pero no han logrado asentarse en la ciudad, es el caso del Centro del Parlamentarismo. Un proyecto revisado, pero que sigue sin despertar el interés.