1. Coste del consumo es el importe que resulta de multiplicar el número de kilovatios/hora consumidos por el precio del kilovatio/hora. El Gobierno se plantea penalizar los aumentos. 2. Potencia contratada, que está en función de los electrodomésticos instalados y el uso que hacemos de ellos. 3. Ajustes aplicados para refacturar anteriores consumos. 4. Impuesto a la electricidad, específico del suministro eléctrico. 5. Alquiler de equipo es el precio que se cobra por el contador. 6. IVA o Impuesto sobre el Valor Añadido, ahora del 21%.
Economia

El contador no engaña

En plena confrontación entre las empresas y el Ministerio, los usuarios se mantienen en guardia ante futuros cambios La buena noticia para los clientes de la tarifa eléctrica es la vuelta a la facturación por consumo real

MADRID. Actualizado: Guardar
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La subida del precio de la luz el 1 de enero en un 3% a los millones de clientes -hogares y pequeños comercios- que siguen bajo el régimen de tarifa no se ha visto acompañada del aviso de un próximo recargo para los que aumenten su consumo ni de la inminente expulsión al mercado de quienes tienen más potencia contratada. Dos propósitos que el Ministerio mantiene, y que se suman a la expectativa de que el encarecimiento del arranque del año no será el último, porque el déficit de la tarifa eléctrica -diferencia entre los costes reconocidos y los ingresos- sigue engordando.

La única buena noticia que ha traído 2013 es la supresión, a partir de abril, de la facturación estimada, una práctica que ha acarreado cientos de denuncias, según las asociaciones de consumidores. El recibo se emitirá cada dos meses con lectura real de los contadores.

El Ministerio de Industria permitió, desde 2008, que las compañías pudieran facturar de acuerdo con un consumo estimado a las familias y pymes en régimen de tarifa siempre que tuvieran una potencia contratada de 10 kilovatios como máximo. Las eléctricas, obligadas a emitir recibos mensuales, aseguraron no disponer de medios para evaluar el consumo con tanta frecuencia, y se apuntaron a la solución de revisar el contador cada 60 días. El mes intermedio se facturaba con el consumo estimado en función del realizado un año antes.

El procedimiento no es precisamente exacto. Muchos hogares y pequeños establecimientos no reproducen las mismas pautas de consumo. Las continuadas alzas trimestrales del precio de la electricidad tampoco ayudan, porque siempre existió la sospecha -o la tentación- de que se estuvieran aplicando los recientes aumentos a los consumos anteriores. Mientras el buzón de las asociaciones de consumidores se llenó de quejas de usuarios que se consideraban maltratados, las empresas eléctricas replicaron que no eran ellas las promotoras del recibo mensual que, por añadidura, les salía más caro. Por fin, el Consejo de Ministros del 28 de diciembre ha cambiado el procedimiento de lectura de los contadores con potencia contratada inferior a 15 kilovatios, elevando el umbral hasta ahora establecido en 10 kilovatios. Este aumento incorpora al pequeño comercio. A partir del mes de abril, la facturación para estos clientes se realizará «con carácter bimestral, en base a la lectura real de los contadores».

Posible recargo

El Ministerio de Industria ha introducido este cambio, entre otras razones, porque con el sistema de lectura estimada resultaba imposible aplicar conceptos como la penalización por incrementos de consumo. Con la justificación de incentivar el ahorro energético, el Ministerio ideó -sin haber logrado aún el beneplácito del Gobierno- aplicar en la parte regulada de la tarifa eléctrica un sobrecargo a los usuarios en función de la potencia y del aumento del consumo. La Comisión Nacional de la Energía fue muy crítica con esta iniciativa. El organismo supervisor comentó en su informe no vinculante que aplicar un peaje «progresivo» iba a provocar un alud de reclamaciones, además de entrar en conflicto con el régimen de discriminación horaria. Por descontado, con la lectura estimada de los contadores era imposible un 'castigo' así.

Desde el punto de vista del usuario, el establecimiento de este último recargo solo se ha visto aplazado. También sospecha que antes o después desaparecerá la tarifa regulada para los consumidores menos vulnerables. Seguramente aquellos que tienen contratada una potencia superior a los 5 kilovatios tendrán que contratar en el mercado libre. Y tampoco le tranquiliza el enfrentamiento entre las empresas e Industria. El Gobierno ha tirado la toalla en poner fecha a la prohibición del déficit de tarifa.

El consumidor conoce por experiencia que, antes o después, los 'números rojos' del sistema -24.000 millones, sin incluir 2012, que puede sumar otros 5.500 millones- los acaba pagando. Ahora, una pequeña parte de los 'peajes de acceso', que repercuten en un 50% en la subida de la tarifa, corresponden a los intereses de la deuda acumulada, cuyos derechos de cobro fueron cedidos por las eléctricas mediante la titulización. Para el reintegro total hay previsto un plazo de quince años.