Sociedad

El Papa dice que aborto, eutanasia y bodas gay atacan la paz mundial

Benedicto XVI cree que la crisis alimentaria «es mucho más grave que la financiera» y llama a apoyar a los agricultores

ROMA. Actualizado: Guardar
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El papa Benedicto XVI atacó este viernes el aborto, el matrimonio gay y la eutanasia porque ponen en peligro la paz, al dar a conocer por anticipado el mensaje que leerá el primero del año en el Vaticano con ocasión de la Jornada Mundial de la Paz. «Los que trabajan por la paz son quienes aman, defienden y promueven la vida en su integridad», escribió el Papa en el mensaje que se leerá en todas las parroquias el próximo 1 de enero. «Quienes no aprecian suficientemente el valor de la vida humana y, en consecuencia, sostienen por ejemplo la liberación del aborto, tal vez no se dan cuenta de que, de este modo, proponen la búsqueda de una paz ilusoria. (...) La muerte de un ser inerme e inocente nunca podrá traer felicidad o paz», afirma el Papa «Quien quiere la paz no puede tolerar atentados y delitos contra la vida», agrega el pontífice, que sentencia: «Cualquier agresión a la vida, en especial en su origen, provoca daños irreparables al desarrollo, la paz y el medio ambiente».

«Tampoco es justo codificar de manera subrepticia falsos derechos o libertades que, basados en una visión relativista del ser humano, y mediante el uso hábil de expresiones ambiguas encaminadas a favorecer un pretendido derecho al aborto y a la eutanasia, amenazan el derecho fundamental a la vida», advierte.

En su mensaje el Papa elogia a los «artesanos de la paz» y pide que se construya la paz «mediante un nuevo modelo de desarrollo y de economía». Benedicto XVI sostiene que «para salir de la actual crisis financiera y económica, que tiene como efecto un aumento de las desigualdades, se necesitan personas, grupos e instituciones que promuevan la vida, favoreciendo la creatividad humana para aprovechar incluso la crisis como una ocasión de discernimiento y un nuevo modelo económico». Además, invita a los católicos a «atender la crisis alimentaria, mucho más grave que la financiera», y a apoyar a los agricultores para que desarrollen su actividad «de modo sostenible».