ESPAÑA

El Rey recupera el afecto perdido en Botsuana

La Corona se muestra satisfecha por la reacción ciudadana a la polémica carta de septiembre contra el envite independentista La Zarzuela dice que su imagen es la de antes, pero Urdangarin aún pesa

MADRID. Actualizado: Guardar
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No ha sido un año fácil para la Corona y en la Zarzuela lo admiten abiertamente. 'Annus dificilisimum' dicen con cierta sorna frente a quienes emplean el ya manido 'annus horribilis', popularizado por Isabel II de Inglaterra en su discurso navideño de 1992. La imagen de la institución se ha visto seriamente deteriorada. El 'caso Urdangarin' sigue pesando como una losa. Pero las encuestas internas que maneja la Casa del Rey indican que, al menos, don Juan Carlos se ha redimido ya ante la ciudadanía de otro episodio que, sin duda, hizo daño a su reputación: el polémico viaje del pasado abril a Botsuana.

Hasta dónde llegó entonces el 'agujero' es algo que la Zarzuela guarda para sí. Pero fuentes oficiales aseguran que la imagen de la Corona se ha recuperado hasta niveles similares a los que reflejaban lo sondeos antes del incidente de la cacería con España inmersa en una crisis económica sin precedentes. Otra cosa es que se haya revertido la situación creada por el estallido de caso corrupción en el que está implicado el yerno del Monarca.

La Casa del Rey se escuda en que es difícil saberlo porque no dispone de estudios comparables. Y, en todo caso, no tiene ninguna intención de hacer públicos los datos de que dispone. El cuestionario que ahora se emplea es relativamente nuevo. De hecho, empezó a utilizarse a partir de octubre de 2011, después de un barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas que hizo saltar todas las alarmas. En un año, el porcentaje de quienes expresaban una alta confianza en la Corona había caído del 40,4% al 34,2%.

La empresa pública no ha vuelto a preguntar sobre la cuestión. Pero la Zarzuela no ha parado de hacerlo. Y aunque se niegue a poner cifras al desperfecto, no oculta que el impacto causado por el 'caso Nóos' ha sido notorio, como ponen de relieve otros sondeos publicados en diversos medios, el más reciente, pero no el único, el del Real Instituto Elcano. Es más, sabe que aún le queda mucha tela que cortar.

La Fiscalía Anticorrupción pidió el pasado noviembre una fianza de 8.189.448 euros a pagar conjuntamente entre Iñaki Urdangarin y su exsocio, Diego Torres, y ambos tienen hasta el 15 de enero para presentar alegaciones antes de que el juez tome una decisión definitiva. Después vendrá el momento de saber si hay o no procesamiento, juicio y, en último caso, condena. El terremoto no ha pasado. Ni mucho menos.

Cambios estratégicos

Los esfuerzos por marcar distancias, no en vano, siguen siendo claros, como demuestra el hecho de que en la nueva web de la Casa del Rey, estrenada en septiembre, solo vayan a colgarse este año las felicitaciones navideñas de los Reyes y los Príncipes. Don Juan Carlos optó por apartar al duque de Palma de la actividad oficial de la Corona hace ya un año por su comportamiento «no ejemplar». No se les ha vuelto a ver juntos desde entonces, aunque el mes pasado él y su esposa, la infanta Cristina, acudieron al hospital en el que el Monarca se recuperaba de su operación de cadera.

En todo caso, no ha sido solo el muro levantado frente a Urdangarin lo que ha permitido a la Jefatura del Estado bandearse. Hace un año comenzó una campaña de modernización de su imagen. En ese ejercicio se incluye la polémica carta que don Juan Carlos publicó el pasado 18 de septiembre, en plena ofensiva independentista del Gobierno de la Generalitat. Fue un gesto arriesgado. Una rara incursión en la vida política que, sin embargo, y a tenor de lo detectado por la Zarzuela, parece haber sido bien acogida por la ciudadanía.