Economia

Arturo Fernández admite que dio su visto bueno a las cuentas de Bankia sin mirarlas

El número dos de CEOE, que cobró 124.000 euros como consejero, declara que se aprobó el balance por «quitarnos esto de encima»

MADRID. Actualizado: Guardar
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El actual vicepresidente de la CEOE y exconsejero de Bankia, Arturo Fernández, admite que dio su visto bueno a las cuentas de la entidad correspondientes al ejercicio 2011 -las que reflejaban un beneficio de 305 millones- sin ni siquiera leerlas. «Si Deloitte -la empresa encargada de auditar las cuentas- dice que están bien, yo no voy a leérmelas», manifestó Fernández ante el juez Fernando Andreu, que investiga la fusión y la posterior salida a Bolsa del banco. En realidad, Deloitte nunca llegó a dar su visto bueno al balance presentado por el Comité de Auditoría de la entidad bancaria el 28 de marzo de 2011. Según el testimonio ofrecido por la mayor parte de los imputados que hasta el momento han desfilado por la Audiencia Nacional, la consultora se limitó a no poner ninguna objeción a las cuentas, salvo en lo referido a algunos aspectos «poco relevantes».

Según fuentes jurídicas, Arturo Fernández justificó esa falta de implicación en la gestión de Bankia porque su labor principal en el consejo era la de ejercer de puente entre la entidad y el empresariado madrileño. Una confesión que, según esas mismas fuentes, irritó al juez Fernando Andreu, quien preguntó a Fernández (que desde hace cinco años es presidente de la patronal madrileña) si su obligación como consejero de Bankia no era la de defender los intereses de los clientes.

En su declaración, el número dos de la CEOE ofreció una impagable descripción del ánimo con el que el consejo afrontó la trascendental reunión del 28 de mayo, en la que se aprobaron las cuentas reformuladas. Los nuevos resultados -que al parecer habían sido puestos en conocimiento de los consejeros solo un día antes del cónclave- arrojaban unas pérdidas de casi 3.000 millones. «La sensación era de 'vamos a ver si nos quitamos esto de encima de la forma más rápida posible'», admitió.

En la línea de otros imputados en el caso, Fernández aseguró que tenía plena confianza en la marcha del proyecto bancario, al punto que adquirió junto a su esposa 30.000 euros en acciones del banco. En tono jocoso, el empresario comentó que su mujer le sigue preguntando si va a ser él quien le devuelva el dinero perdido, lo que a su vez suscitó la carcajada general de los presentes en la sala de vistas. Fernández cobró 124.000 euros brutos en concepto de comisiones por su pertenencia al consejo de administración de Bankia durante 2011.

El primero de los cuatro imputados en declarar ayer fue Alberto Ibáñez, presidente del Comité de Auditoría de Bankia, y por tanto uno de los hombres encargados de mantener hilo directo con Deloitte. Ibáñez ha cargado con dureza contra la auditoria, a la que acusa de «pasividad» en el proceso de aprobación de las cuentas. Según fuentes jurídicas, Ibáñez justificó que Deloitte no presentara informe alguno en la reunión del 28 de marzo «por la complejidad de la fusión» de las entidades que dieron forma a Bankia.

Llamadas

Eso sí, Ibáñez critica que durante el mes de abril la auditora no respondiera a sus numerosas llamadas para que aclarara las cuestiones que habían quedado pendientes desde marzo. En ese periodo tan solo se recibieron dos correos electrónicos por parte de Deloitte, siempre según la versión del presidente del Comité de Auditoría. En ninguno de ellos se hacía referencia a modificaciones o irregularidades en las cuentas de la entidad.

También declaró en la Audiencia Nacional José Manuel Fernández Norniella, secretario de Estado de Comercio, Turismo y Pymes en el primer gobierno de Aznar. En Bankia ocupó los puestos de consejero ejecutivo y presidente del Comité de Riesgos. Según fuentes jurídicas, Fernández Norniella ha asegurado que en el seno del consejo existía «preocupación» ante la falta del informe de Deloitte, pero que sin embargo apenas hicieron caso al del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que instaba a tomar «medidas prontas y decisivas para reforzar sus balances y mejorar su gobernanza», en implícita alusión a Bankia. Fernández Norniella explicó que pensaban que esas recomendaciones eran las mismas que ya estaban contempladas en el plan de recapitalización del Banco de España para la entidad.

La ronda de interrogatorios proseguirá a lo largo de la semana que viene hasta el jueves, cuando está previsto que declare el anterior presidente de Bankia, Rodrigo Rato.