Los sabores de Doña Blanca

No solo de sabores. El mercado anual de Doña Blanca también es de promoción de la salud y de la vida rural como vínculos inseparables del buen humor. El mismo que se calzaron ayer todos los portuenses que se acercaron al Mercado de Sabores, organizado por el Ayuntamiento y el Grupo de Desarrollo Rural de la Campiña de Jerez.

El Poblado de Doña Blanca acogió ayer la quinta edición de un evento que no solo da a conocer los productos artesanales de la zona, sino que además atrae a muchos curiosos que aún no conocen esta barriada de El Puerto. Como Josefa y Manolo, que al igual que centenares de personas, pasaron la mañana visitando los veintiséis expositores montados en torno a la plaza principal. «Es increíble que viviendo tan cerca, nunca hayamos venido. Pero nos ha gustado mucho y repetiremos la visita para desconectar del ambiente de la ciudad».

Carlos Camacho, al frente de las hortalizas ecológicas de la cooperativa jerezana 'La reverde', defendió la cita como una gran oportunidad para difundir su labor. «Somos un grupo de personas sin ánimo de lucro que producimos productos sanos y de primera calidad para el consumo propio y para la venta».

De Torrecera llegaron los quesos de Montealva, una pequeña empresa con nueve trabajadores. «La elaboración es completamente artesanal, con leche de cabra y cuajo». El olfato condujo directamente al 'stand' de los Hermanos Morenos, carniceros portuenses que ofrecieron desgustación de chistorras. El toque azucarado lo pusieron, entre otros, el 'Museo de la Miel' y los dulces de las monjas del Espíritu Santo, vendidos por sus voluntarios, que recientemente también estuvieron en el centro comercial El Paseo.

De la gastronomía al textil

Las manufacturas textiles y los trabajos de manualidades también tuvieron su hueco en una cita respetada por el buen tiempo, y en el que no faltaron los castillos hinchables y juegos para entretener a los más pequeños. La asociación de enfermos de alzhéimer AFA Puerto halló una gran oportunidad para obtener fondos con la venta de sus trabajos, aunque también hubo particulares como Toñi Ortega, de Arcos de la Frontera, que hizo las delicias de mamás y abuelas con sus confecciones para bebés. «Suelo ir a todas las ferias que puedo, y esta es una buena oportunidad para dar a conocer lo que hago y que surjan nuevas clientas».

Haciendo gala a las fiestas que se aproximan, las flores de pascua también tuvieron un lugar destacado con la cooperativa agrícola Flormarina. Su representante, José María Montes, aseguró que en esta edición del Mercado de Sabores no se ha notado en exceso una caída en las ventas con respecto a años anteriores. «Hay buen ambiente y algo nos llevamos a casa. Las cosas están muy difíciles, pero días así nos animan para seguir adelante».

El concejal de Fomento, Jesús González, celebró el éxito de la convocatoria. «Estamos muy satisfechos tanto por la respuesta que nos dan los productores como por las personas que se acercan al Poblado y los propios vecinos, que lo están acogiendo muy bien, participan y se están involucrando en el desarrollo de la jornada».