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La Policía cerca San Fernando para impedir el secuestro de un menor

El exnovio de la madre del niño fue apresado en la estación de Bahía Sur cuando trataba de escapar en tren con el pequeño; el juez lo ha enviado a prisión

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El pasado lunes, en San Fernando, se vivió una auténtica película de suspense. Una denuncia por malos tratos y el intento de secuestro de un menor que terminó con la ciudad cercada durante más de una hora. Esta vez, la historia tuvo un final feliz con el niño a salvo y el presunto autor del rapto detenido y enviado a prisión por orden del juzgado nº 2 de La Isla.

El relato de los hechos nace en la Comisaría local. Una vecina acude por la mañana para formular denuncia por malos tratos y amenazas contra su expareja. Según explicó la víctima, la relación no arrancó con buen pie, con algún episodio de amenazas e insultos. Dicha situación -siguiendo con la versión que facilita la mujer- empeoró cuando ambos decidieron emigrar a Italia. Allí, la chica sufrió presuntamente agresiones físicas de las cuales pudo aportó parte de lesiones. Aunque trató de regresar a España, supuestamente su novio le requisó durante un tiempo la documentación.

Aquí en San Fernando, la víctima había dejado a cargo de sus padres a su hijo de ocho años que tiene de una relación anterior. Hace un par de meses, la mujer pudo finalmente viajar a España y dejar atrás su vida anterior. Sin embargo, su exnovio no se dio por vencido y decidió regresar también a Cádiz. Desde hacía diez días, según consta en la denuncia, no paraba de seguirla, de acosarla para que retomaran la relación.

Mientras prestaba ese testimonio en Comisaría, le sonó el teléfono. Era el presunto maltratador. El agente que estaba tomándole manifestación le dijo a la mujer que pusiera el altavoz a su teléfono. De esa manera, según confirmaron fuentes policiales, el funcionario pudo oír cómo el presunto agresor amenazaba a la mujer con matarla si se atrevía a acudir a la Policía. No sabía dónde se encontraba ella.

Testigo de las llamadas

Poco después de esa primera llamada, se producía una segunda cuando la denunciante aún no había abandonado las dependencias policiales. Su exnovio le anunciaba que se había llevado del colegio a su hijo. En ese preciso instante saltaron todas las alarmas. Fuentes policiales explicaron a LA VOZ que existía un riesgo evidente de secuestro, dada la actitud demostrada por el sospechoso. Y ordenaron desde la Comisaría de La Isla cerrar la ciudad.

Patrullas del Cuerpo Nacional detuvieron los autobuses de línea que circulaban en ese momento y prestaron especial atención al transporte público. L. O., de 42 años y vecino de Sanlúcar, carece de permiso de conducir. Se presumía, por tanto, que no podría salir de La Isla con un vehículo propio, salvo que tuviera un cómplice. Desde el colegio confirmaron que esa persona acababa de llevarse al niño, aunque esa jornada el pequeño tenía comedor y estaba previsto que lo recogieran horas más tarde.

Gracias a los avisos lanzados, el sospechoso fue captado por las cámaras de seguridad cuando cruzaba a pie con el niño la pasarela que cruza la carretera y da acceso a la estación del Bahía Sur. Un vigilante, que ya había sido alertado y se encontraba en la zona, lo vio también y para atraer la atención del niño se aproximó a él llamándole por su nombre. Según relataría después a la Policía, L. O. le respondió de «mala forma» que se estaba equivocando de pequeño.

A la Policía le dio tiempo a llegar a la estación, cuando el individuo se percató de la presencia policial salió huyendo y se introdujo en un tren, que los agentes tuvieron que ordenar detener para que no se les escapara el sospechoso. Aunque trató de reanudar la huida a pie, saliéndose del vagón, fue detenido en las inmediaciones de la estación.

L.O. fue conducido a la Comisaría donde los agentes verificaron que le constan nueve órdenes de detención por asuntos relacionados con estafas y falsificaciones. Además llevaba consigo un pasaporte falso italiano con el que supuestamente pretendía salir del país. Tras negarse a declarar ante los agentes, fue llevado ante el juez, que decretó el ingreso en prisión.