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Las protestas provocan la paralización del Tribunal Constitucional egipcio

Las marchas convocadas por los Hermanos Musulmanes evitan que la Corte examine la legalidad de la nueva Carta Magna

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Un asesinato psicológico. Así catalogó el Tribunal Constitucional egipcio las presiones sufridas en los últimos diez días y que han provocado el cese de sus funciones de manera indefinida. Y es que los magistrados ayer decidieron suspender sus sesiones hasta que puedan trabajar «sin presiones psicológicas ni físicas» mientras que miles de islamistas se concentraban a las puertas de la Corte coreando lemas contra los jueces y portando retratos de Mohamed Mursi, presidente del Gobierno y líder de los Hermanos Musulmanes.

Los jueces tenían previsto examinar la legalidad de la Asamblea responsable de redactar la Carta Magna y el propio Parlamento, pese a que Mursi ordenó hace dos semanas la disolución del Constitucional. Según sus responsables, los magistrados habían recibido amenazas de muerte y de que los asistentes a las protestas iban a quemar el edificio donde se encuentra el Tribunal. «Hoy es un día muy oscuro en la historia de la Justicia egipcia», aseguraron en un comunicado.

Los manifestantes acusaron a la Corte Constitucional de «intentar destruir» las instituciones votadas por el Estado. «La voluntad del pueblo es más fuerte que la voluntad de unos jueces», declaraba uno de los asistentes a la marcha, que no perdió la oportunidad para recordar que algunos de esos magistrados proceden de la época del derrocado Hosni Mubarak.

Pese a que el presidente de Libertad y Justicia (el brazo político de los Hermanos Musulmanes) había pedido a sus simpatizantes que protestasen de forma pacífica y «no obstaculizasen» el trabajo de la Justicia, los magistrados no pudieron llegar a la Corte por el bloqueo formado por los manifestantes.

«La lucha continuará»

La Constitución -que será votada en referéndum el próximo 15 de diciembre- ha sido muy criticada por los grupos cristianos, laicos y liberales, que consideran que está escrita para contentar únicamente a los islamistas. Por eso, han convocado una protesta para el próximo martes que concluirá en el Palacio Presidencial de Heliópolis.

El opositor egipcio Mohamed el-Baradei, premio Nobel y antiguo director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, apuntó que la convocatoria de la consulta «menoscaba las libertades fundamentales y viola los valores universales», por lo que «la lucha continuará».

El referéndum también ha recibido la oposición del llamado Club de Jueces, principal asociación de la magistratura egipcia. Su presidente, Ahmed el-Zend, anunció que se han negado a supervisar las votaciones y boicotearán el proceso, como habían hecho durante la transición egipcia y las citas electorales previas. Criticó fuertemente la forma en que ha sido redactada la Carta Magna, sin buscar el consenso.