La oposición mantiene el pulso y no deja sus sedes

Más que un conflicto se trata de un pulso entre la oposición y el equipo de Gobierno. Por el momento ninguno está dispuesto a ceder un palmo y tampoco a iniciar una guerra abierta. El pasado miércoles se acabó el plazo dado por el Consistorio para que PSOE, Ciudadanos y también Izquierda Unida dejen sus dependencias en Alcaldía. El Ayuntamiento quiere instalar allí la Oficina de Control, pero los grupos de la oposición no están dispuestos de marcharse por las buenas a la Casa de la Cultura. Ayer el Ayuntamiento no tomó ninguna medida ante este incumplimiento y los miembros de los partidos trabajaron con normalidad en sus respectivas oficinas.

Desde el PSOE ya se ha advertido que en caso de que el equipo municipal decida realizar un traslado forzoso, estudiará la posibilidad de iniciar acciones legales debido a la cantidad de documentos oficiales y de contenido reservado que tienen en este lugar.

Tampoco Ciudadanos ni Izquierda Unida tienen previsto ceder en este asunto, que consideran que atenta contra sus derechos y que impedirá que realicen de forma adecuada su labor como oposición.

Habrá que esperar a los próximos días para comprobar cómo se resuelve finalmente un conflicto, que es un capítulo más de la diferencia que existe entre el Gobierno municipal y el resto de partidos de la Corporación. Así al menos se puede comprobar en los plenos, de hecho la próxima semana se realizará el ordinario de este mes con este tema en el trasfondo.