El Valdelagrana, sin monitores para el aula de niños autistas

El colegio Valdelagrana se encuentra en estos momentos sin monitores de educación especial. En el centro hay un total de catorce alumnos que requieren de una atención terapéutica. Solo dos profesoras se encargan de ellos desde hace varias semanas. Como consecuencia, se han sucedido varios episodios de niños que han salido de las aulas sin que el profesor se dé cuenta, o cuyos estados nerviosos se ven alterados por los trastornos de rutinas.

En este sentido, fuentes de la Delegación provincial de Educación aseguraron que el problema quedará solucionado esta misma semana. De este modo, explicaron que la contratación de monitores no corresponde a su departamento, sino a Administraciones Públicas, de ahí que la rapidez o lentitud del proceso no depende ellos. Con todo, confirmaron que ya está a punto de incorporarse una de las monitoras, que se había tomado quince días de baja por problemas de salud. Con respecto al segundo reemplazo, ayer mismo firmó el contrato la monitora sustituta y se incorporará el jueves o viernes. Ante esta noticia, la asociación de madres y padres del centro ha dado un voto de confianza a la Delegación, ya que según las informaciones que tenían, las monitoras tardarían en llegar al menos veinte días. Cabe señalar que este problema se remonta a principios de curso, cuando las dos monitoras se dieron de baja y solo una fue suplida.

El presidente de la Ampa, Iván del Río, trasladó la preocupación que existe entre los padres ante casos tan sensibles como el autismo. Y es que en el aula específica, con cinco niños de entre tres y catorce años, solo hay una profesora, cuando ésta debería estar acompañada por una monitora. La otra docente que asiste los casos especiales tiene que atender a los nueve alumnos restantes con patologías más leves que sí les permiten estar integrados en sus clases con sus compañeros. Del Río explicó que la dirección del centro les ha asegurado que la situación está bajo control.

«Y que los profesores de otros departamentos echan una mano cuando pueden. Pero esto no puede continuar así y menos cuando se trata de menores con autismo, que necesitan estabilidad, orden y una vigilancia continua, ya que a veces se ponen agresivos, se auto lesionan y todo eso perjudica muchísimo su estado. Ya hay padres que no quieren llevarlos, por miedo a que les pase algo». Una representación de la Ampa tiene previsto acudir hoy a la Delegación para conocer de primera mano cuándo serán reemplazadas las monitoras.