Colocan nuevas señales solo unas horas después

Aún con el rastro de la brutal colisión marcado sobre la calzada de la CA-35, un operario se encontraba ayer en torno a las cinco de la tarde colocando nuevas señales de precaución en la zona de la colisión, justo antes de tomar el ya temido zigzag y desnivel del inicio de la zona de obras. Y eso que tras el accidente que le costó la vida a un motorista el pasado año, tanto Tráfico como Fomento se apresuraron a indicar que la señalítica en la zona era la «correcta».

Los últimos datos estadísticos reflejan un aumento de la circulación en la zona. La intensidad media de vehículos en ese punto kilométrico ha pasado de 27.359 coches al día en 2007 a casi 41.000 ahora. Los conductores critican que aunque el tramo tenga limitación de velocidad de carretera en obras, los carriles son muy estrechos y tiene peligrosos desniveles por lo que cualquier despiste puede ser mortal.