El ministro defiende la labor de Navantia mientras que el PSOE reprocha la falta de contratos

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, anunció ayer que los astilleros de Navantia van a tener «más contratos», en virtud de la «labor comercial tan intensa» que está realizando el Gobierno para garantizar el empleo en el sector. Esta fue la respuesta que dio el titular de Hacienda al diputado socialista por Cádiz, Francisco González Cabaña, que interpeló al ministro sobre el futuro de las plantas de la Bahía.

En la sesión de control al Gobierno en el Congreso, el ministro dijo que cuando llegó al poder el Ejecutivo encontró una «gran sequía» en Navantia, tanto en Cádiz como en Ferrol, pero su «apuesta clara por la continuidad de los astilleros públicos» está logrando que se pueda «garantizar su labor». En esta sesión de control, Montoro, que no detalló los futuros encargos a los que se refería, sí señaló que hasta el mes de septiembre Navantia había firmado contratos por importe de 442 millones de euros para, entre otros, la armada australiana, la marina de Argelia y algunas empresas.

«Jugar a hundir la flota»

Por su parte, Cabaña trasladó a la Cámara la «angustia y desesperación» de los más de 7.000 trabajadores de los astilleros de Cádiz y desgranó la capacidad productiva del sector naval señalando que «por cada euro que el Estado gasta en él, retornan cuatro por cotizaciones a la Seguridad Social e IRPF» o que «un millón de euros de incremento en las cifras de negocio de Navantia supone la creación de 34 puestos de trabajo». Tras criticar la presencia del presidente de SEPI en Galicia, en plena campaña electoral, o el viaje de éste a Cádiz, el diputado socialista acusó al Gobierno de «jugar de forma irresponsable a hundir la flota».

En esa misma línea, de forma irónica advirtió de que «este barco no va a desprender finos hilillos de plastilina sino de indignación y mucho cabreo entre los trabajadores». Asimismo, subrayó que las «señales» que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ve sobre el final de la crisis «ni están en Cádiz ni se les espera».