ESPAÑA

Rubalcaba y Griñán se ven hoy las caras

El secretario general del partido afirma que hay que «cambiar el PSOE para que siga siendo el PSOE»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Alfredo Pérez Rubalcaba y José Antonio Griñán se ven las caras hoy en la reunión de la comisión ejecutiva federal del PSOE. El secretario general y el presidente del partido tienen la oportunidad de poner en claro sus posiciones después de una semana de mensajes cruzados y pellizcos por debajo de la mesa. Será un momento para decirse las cosas «a la cara» y no a través de los medios de comunicación, como reclama Rubalcaba.

La convivencia entre los socialistas no está bien, pero ninguno de los protagonistas sabe decir qué es lo que está mal. Hay coincidencia en el diagnóstico, el PSOE no logra transmitir la imagen de que tiene un proyecto alternativo al del Gobierno del PP; en los efectos, desastres electorales en Galicia y País Vasco, y se prevé igual suerte en Cataluña dentro de un mes; pero no hay claridad en qué hacer.

Rubalcaba y su equipo anunciaron una «aceleración» de las propuestas para construir una alternativa, lo que implica un adelanto de las conferencias política y orgánica, así como del comité territorial y del comité federal, pero es un paso insuficiente para muchos dirigentes. El líder socialista detalló ayer su filosofía en un breve artículo en su perfil de Facebook: «Tenemos que adaptarnos para ser más fieles a nosotros mismos. Dicho de otra forma: debemos cambiar el PSOE para que siga siendo el PSOE».

La comisión ejecutiva deberá dotar de contenido a esta reflexión para atemperar los ánimos de los más críticos con su gestión. Griñán asegura que no figura en ese bando, y matizó que su supuesta disponibilidad a relevar a Rubalcaba no es tal. «No dije eso. No tengo ningún pensamiento sobre este tema», comentó en una entrevista publicada en el diario La Razón. Y precisó a renglón seguido que no se postula porque sus afanes políticos no se centran en liderar el PSOE sino en gobernar su comunidad. «Tengo -asegura en la entrevista- todos mis deseos colmados, lo que me preocupa no es el partido sino Andalucía».Consideró, no obstante, que Rubalcaba cometería «un error» si se aferra al cargo hasta 2016. El secretario general del PSOE anunció su intención de cumplir su mandato, que vence dentro de cuatro años porque para eso fue elegido en el congreso de Sevilla de febrero.

No adelantar las primarias

El talante pacificador del presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía también quedó de manifiesto en la coincidencia con el calendario para elegir el candidato para las elecciones de 2015. Rubalcaba y su entorno se decantan por una fecha entre las europeas de 2014 y las municipales de 2015, en absoluto el próximo año, como proponen algunos dirigentes desde el anonimato porque creen que sería un revulsivo para el partido. «Esa medida anticipatoria no es necesaria en este momento», sentenció Griñán.

Pero su entorno no se muestra tan conciliador y no descansa en su discurso críptico y crítico. Su número dos en el PSOE andaluz, Mario Jiménez, sostuvo desde Huelva que no pide «sillas en Ferraz», pero reclama «altura de miras y generosidad» para tomar decisiones. Otra dirigente de la absoluta confianza de Griñán, su consejera de Presidencia, Susana Díaz, también negó en el diario El País que el socialismo andaluz pretenda derribar a Rubalcaba, pero trasladó un mensaje a la dirección del PSOE: «Es el momento de abrir el partido, no de enrocarse». En román paladino, que las cosas no pueden seguir igual ni en lo que se refiere a personas y a proyecto.

Así están las cosas entre los socialistas el día después del 30 aniversario de la abrumadora victoria de Felipe González en 1982. Algo tensas. Al punto de que Rubalcaba suspendió la cena que tenía prevista para el domingo por la noche con los barones del partido que forman parte de la comisión ejecutiva, el propio Griñán, el vasco Patxi López, el gallego Pachi Vázquez, el asturiano Javier Fernández, y el castellano-manchego Emiliano García-Page.