Uno de los detenidos en la 'operación Espuela' sale de los calabozos de la Guardia Civil en 2009. :: ÓSCAR CHAMORRO
sucesos

Golpe al narcotráfico con 19 detenidos y cuatro millones de euros incautados

Los agentes arrestan a 19 personas e imputan a otras tres en la continuación de la 'operación Espuela', que destapó una red corrupta en el puerto de Algeciras

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los cuerpos policiales lo saben, los narcos no temen tanto pisar la cárcel como perder su patrimonio amasado con la droga. Además de dejarles con las cuentas a cero, las investigaciones patrimoniales que fructifican sirven para frenar la vuelta al negocio. Sin dinero para financiar operaciones de entrada de droga, los traficantes se quedan sin recursos. Sin embargo, la simple estancia en prisión es obstáculo para poco, los líderes de las organizaciones siguen manejando los hilos desde la cárcel e incluso reclutan a nuevos peones en los patios de los centros penitenciarios. Ahora la obsesión de los cuerpos policiales es arrebatarles sus fortunas.

Y con este cometido, agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz llevaban años rastreando en el patrimonio de los implicados en una operación antidroga, que salió a la luz a finales de 2009 cuando fueron arrestadas 24 personas por introducir cocaína a través del puerto de Algeciras. El escándalo, de nombre 'operación Espuela', fue mayúsculo porque trece de los implicados eran trabajadores del muelle, desde un gruísta, estibadores, pasando por un vigilante de seguridad. Todos ellos fueron enviados a prisión junto a diez supuestos narcotraficantes. Tan solo uno de los 24 arrestados quedó en libertad con cargos.

Casi cuatro años después -las primeras pesquisas comenzaron en noviembre de 2008 cuando se interceptaron algunos contactos en Barbate-, la Guardia Civil culmina la investigación patrimonial sobre la red desarticulada, ejecutando un golpe maestro contra el blanqueo de capitales obtenido a través de este sucio negocio. El balance es abrumador y da idea del volumen financiero que manejan estas organizaciones: cuatro millones de euros intervenidos, 19 detenidos y otras tres personas imputadas. Son los resultados de la continuación de la 'operación Espuela', ahora bautizada como 'Breña'. Fuentes judiciales confirmaron a este medio que algunos de los detenidos ya habían caído en 2009 cuando se desmanteló la red que se servía del puerto de Algeciras para introducir cargamentos de cocaína procedentes de Ecuador y Colombia.

Cuentas en Gibraltar

La detención de los trece trabajadores del puerto de Algeciras obligó a la Autoridad Portuaria (APBA) a salir al paso subrayando que estaban ante «casos aislados» y a felicitar al Instituto Armado por «quitar las manzanas podridas del cesto». Y es que las investigaciones que se llevaron a cabo desde la Comandancia de Cádiz demostraron que las mafias habían conseguido tejer toda una red corrupta a su servicio en uno de los puertos con más tráfico de contenedores del mundo. Cada uno de los trabajadores tenía un cometido específico y por el que cobraban una media de 15.000 euros por cada envío de droga. A veces, los 'emolumentos' que recibían incluían parte de los estupefacientes.

La droga siempre llegaba en contenedores que declaraban la importación de frutas. Los empleados de la dársena tenían que recoger la droga y sacarla del muelle aprovechando las funciones oficiales que tenía cada uno en el puerto. Los agentes lograron hacerse con una partida de 213 kilos de cocaína en el momento que decidieron entrar en acción y sorprendieron a tres de los detenidos manipulando un contenedor.

En esa primera fase, los agentes de la Benemérita observaron que parte de ese dinero fruto del narcotráfico se blanqueaba a través de cuentas abiertas en Gibraltar. Y de ese primer hilo tiraron los especialistas para localizar la mayor parte de la fortuna que habían amasado los integrantes de la red, entre ellos el cabecilla, un narco apodado 'Nico'.

La frenética actividad en el puerto algecireño es aprovechada por los narcos que siempre explotan dársenas con una carga de trabajo elevada para así colar sus cargamentos sin levantar sospechas, como ocurre también en otros gigantes portuarios como Barcelona o Valencia.

Algeciras, además, tiene una situación geográfica envidiable para las organizaciones que trabajan con la cocaína, por su proximidad al continente africano desde donde se trazaban antaño las rutas del hachís, las cuales son explotadas ahora por los reyes del polvo blanco. La prueba más evidente de esta predilección la obtuvo la Policía Nacional el pasado verano, cuando detuvo a cuatro integrantes del cártel de Sinaloa que estaban trabajando para abrir una sucursal de la organización mafiosa en España. Su puerto de entrada de los cargamentos era Algeciras.