ESPAÑA

España retirará de Afganistán el grueso de las tropas en 2013

El jefe de la base en Herat anuncia que el 75% de los soldados desplegados en Badghis volverán entre abril y octubre del próximo año

HERAT/MADRID. Actualizado: Guardar
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España acelerará la retirada de Afganistán en los próximos meses y modificará sustancialmente el calendario previsto hasta 2014. El coronel Carlos de Palma, jefe de la base en Herat, reveló ayer que el grueso del contingente desplegado en el país, unos 900 soldados de los 1.500 que hay en la actualidad, volverán a casa entre abril y octubre del próximo año.

El anunció cogió con el pie cambiado al Ministerio de Defensa, que ni confirmó ni desmintió la información del coronel, mientras que el ministro Pedro Morenés se enteró de la noticia en el vuelo de vuelta de India, a donde viajó junto al Rey y otros tres ministros.

El coronel De Palma avanzó el nuevo plan de repliegue a un grupo de periodistas en Herat y detalló que entre abril y octubre del próximo año, coincidiendo con las rotaciones, Defensa quiere reducir el 75% de la fuerza, cuando el calendario inicial preveía un 40% en 2013 y un 50% en diciembre de 2014. Mientras que el 10% restante se hará durante estos días. Sin embargo, Morenés ya sugirió que este calendario podría acelerarse de forma significativa si se cumplían las condiciones de seguridad en la zona y de formación de las tropas afganas que lleva a cabo el Ejército español.

El nuevo repliegue supone la salida de Badghis, la provincia bajo control español desde febrero de 2002. Primero abandonarán los puestos de combate avanzado de Ludina y Moqur, cada uno con unos 200 efectivos, entre enero y abril de 2013, como muy tarde. Mientras que en octubre se evacuará la base principal de Qala-i-Nao, capital provincial, donde hay destinados unos 500 militares. No obstante, la salida podría adelantarse a verano si las circunstancias lo permiten.

La base de Qala-i-Nao podría ser ocupada, según fuentes de la OTAN, por un destacamento italiano o a la 3ª Brigada del Ejército Nacional Afgano, que tiene su base junto a la misma. Ambas unidades se harían cargo de la seguridad en la provincia que España deja atrás.

Con todo, la retirada se empezó a hacer visible ayer con el inicio del relevo de la Brigada Paracaidista por la Brigada Aerotransportada Ligera (Brilat). El nuevo contingente con base en Galicia supone un 10% menos de efectivos que los paracaidistas que se desplazaron a Badghis, 1.202 efectivos. El principal motivo de la reducción es la transferencia el próximo 14 de noviembre de las responsabilidades de seguridad a las fuerzas afganas.

Huella del repliegue

La retirada afectará también a Herat. A lo largo del año que viene, los escuadrones de helicópteros Chinook del Ejército de Tierra regresarán a casa. Sin embargo, y según anunció durante su visita a la base el propio jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante Fernando García Sánchez, Herat -donde permanecerán unos 450 efectivos españoles- mantendrá el hospital de campaña y el escuadrón de SuperPuma usado para las evacuaciones médicas.

El hospital de Herat -Role 2 según la terminología militar- está equipado con uno de los cuatro únicos aparatos de tomografía existentes en todo el país, y un generador propio de oxígeno. Lo más probable es que ambas piezas regresen a España, pero parte del hospital se quedará en tierras afganas. Permanecerá allí el área de Farmacia, con 50.000 medicamentos, y los dos quirófanos. «Podrá convertirse en la semilla de un hospital para la provincia», señala el teniente coronel Juste.

El hospital será una de las 'huellas' que dejen las tropas en Afganistán. Hay muchas más. Desde 2006, España lidera un proyecto de reconstrucción provincial en Badghis en el que se han invertido hasta el pasado año 194 millones. Para este año que acaba la previsión es de 16 millones.

Entre los proyectos que impulsa la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo hay iniciativas sobre todo en el campo rural y la educación. Por ejemplo, los 15 bosques de pistachos en gestión comunal de unas 200 hectáreas y que benefician a 30.000 agricultores. O las 34 unidades veterinarias locales, que han puesto 2,2 millones de vacunas a la escuálida cabaña afgana. También se ha gastado 11,2 millones en mejorar las casi inexistentes infraestructuras afganas, como un pabellón materno-infantil en el remozado hospital de Qala-i-Nao.