Boquetes al aire

La Junta de Andalucía ha hecho gala de ser uno de los gobiernos regionales con menos déficit, o lo que es lo mismo, con menos endeudamiento público. Curiosamente los grandes boquetes en las cuentas públicas han ido apareciendo conforme cambiaban los partidos que gobernaban hasta entonces. Es el caso de Castilla La Mancha o Extremadura, donde llegó el PP a sus respectivos gobiernos y se encontró con muchas telarañas, no confesadas, en las cajas de los distintos departamentos. Florecía así la verdadera situación económica de algunas regiones. Esa renovación no llegó a Andalucía, donde la versión sobre el estado de las cuentas públicas la ofrece el mismo partido que Gobierna hace décadas. Pero la realidad es tozuda y tarde o temprano los rotos siempre se descubren, ya sea porque cambia el gestor o porque un juez decide meter la nariz. Y en Cádiz se vivió ayer el enésimo capítulo sobre los impagos de la Junta que afectan a otras administraciones y por tanto, a los servicios públicos, a los ciudadanos.

El Gobierno socialista, en coalición con los izquierdistas de IU, no solo están ahogando a las entidades sociales retrasando hasta la extenuación el pago de subvenciones; la Diputación de Cádiz, que articula servicios esenciales para los municipios más pequeños de la provincia, ha salido a la palestra para pedirle a San Telmo que pague los nueve millones de euros que adeuda a la institución. El presidente de Diputación, José Loaiza, alertaba de que de seguir esa deuda viva, a final del año cerrarían el ejercicio con una cifra roja de 12 millones de euros. Esto significa que sin liquidez, se resienten los servicios y por tanto el ciudadano.

Curioso también que esta acumulación de deuda se produce cuando la Diputación la gobierna el PP, aunque las poblaciones a quien se deben pasen de estas disputas partidistas.