PAN Y CIRCO

GAUCCI TIENE LA CLAVE

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Partidazo del Cádiz contra el Cartagena. Hacía tiempo que no disfrutaba viendo fútbol en el Ramón de Carranza. El equipo demostró que tiene capacidad para acabar entre los cuatro primeros. Como ya dije el día después del duelo en Sangonera la Verde en dos tertulias a las que tuve el gusto de asistir, si el grupo da de sí el máximo de lo que lleva dentro tiene nivel para clasificarse sin problemas y disputar la fase de ascenso.

Eso de ascender ya es harina de otro costal, porque queda un mundo todavía y el sistema hace que sea un objetivo complicado y fatigoso para el que no termina primero la liga.

Contra el Cartagena se vio un partido muy completo, pues el Cádiz atacó y defendió rozando la perfección. Sobre todo, me dio la sensación de que el equipo jugó muy suelto, y con la tranquilidad y confianza que hace falta para plantar cara a todo un líder.

Aplaudo por ello a Alessandro Gaucci, que en un momento difícil hizo lo que tenía que hacer y sacó la cara por los suyos, al asegurar la semana previa al choque que Monteagudo iba a ser el entrenador del Cádiz pasara lo que pasara y transmitir calma a los jugadores. Se vio resultado en el campo, los futbolistas dejaron los miedos en el vestuario para hacer lo que mejor saben.

Eso sí, preocupa que se hayan visto afectados por la crítica. Son gajes del oficio y es algo que va incluido en el sueldo de todo el que se dedica a esto. Al menos, es bueno reconocerlo para poder corregirlo. Sigo pensando, no obstante, que las prisas trajeron algunos errores a la hora de confeccionar la plantilla y que hacen falta algunos retoques en el mercado invernal. Hay posiciones debilitadas y el lío con las fichas no deja de ser un fastidioso condicionante.

Ahora el reto es dar continuidad a esta línea y que no quede en una aislada tarde de gloria, sino que se convierta en una trayectoria.