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Un helicóptero sirio bombardea un poblado en la frontera turca

ANKARA. Actualizado: Guardar
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La tensión entre Turquía y Siria aumenta a diario, y cada vez parece más probable que estalle de forma definitiva. Un helicóptero leal a Bashar el-Asad bombardeó ayer la localidad fronteriza de Azmarin y como respuesta, los otomanos enviaron dos cazabombarderos F-16. Las naves patrullaban por la zona e intervinieron para evitar que invadiesen su espacio aéreo. Finalmente, el incidente no pasó a más, pero desde que hace una semana un obús sirio mató a cinco miembros de la misma familia, los nervios están a flor de piel. Las tropas turcas disfrutan de 'carta blanca' para responder a las ofensivas del país vecino y una decena de tanques ya están preparados para atacar.

Al conflicto entre los dos Estados se le ha sumado un tercer actor: Rusia. El pasado jueves, un avión procedente de Moscú permaneció horas inmovilizado en el aeropuerto de Ankara y Turquía denunció que transportaban material bélico. El ministro de Exteriores de Vladímir Putin, Serguéi Lavrov, repitió que la nave solo llevaba equipos de radar. «No tenemos secretos», subrayó.Mientras tanto, en el interior de Siria no cesan los enfrentamientos entre el Gobierno y la oposición. Ayer, al menos 14 soldados fueron abatidos por tropas rebeldes en la provincia meridional de Deraa.

Además, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos -que informa a diario desde su base en Londres de los avances y víctimas de esta guerra que ya dura más de 22 meses- señaló que la insurgencia ha conseguido arrebatar al régimen la base aérea de Koris, situada al este de Alepo, la segunda mayor ciudad de Siria.