La Junta debe a Afanas más de cuatro millones por el concierto de plazas

Raúl, que ronda la treintena, trabaja en su despacho del centro ocupacional que Afanas tiene en Las Salinas sin saber, quizás, que su mundo, su libertad y su independencia corren peligro. La Junta de Andalucía, que mantiene un importante concierto de plazas con la asociación, que a su vez presta un servicio público, le debe la abultada cifra de 4.063.000 euros. Tras las protestas que el colectivo protagonizó en Sevilla con el respaldo de las federaciones FEAPS y Cermi, la consejera de Salud, María Jesús Montero, se comprometió a priorizar los servicios sociales una vez que el gobierno andaluz cobrara casi cinco mil millones de euros del fondo de rescate autonómico.

Por ello Afanas Bahía, que recientemente informó a los familiares en una asamblea, ha decidido conceder un margen de confianza a la consejera, aunque advierte de que no podrá sostenerse durante mucho más tiempo. De hecho, ha tenido que recurrir a los bancos para no generar deudas con trabajadores y proveedores. A los centros portuenses -dos residencias de mayores, otra para jóvenes y dos centro ocupacionales- hay que sumar las residencias de Puerto Real y Chiclana, el centro de menores de La Línea y el centro ocupacional de Rota. Si bien la asociación se encuentra al día en el pago a trabajadores y proveedores, se ha visto obligada a pedir créditos por una cuantía total de dos millones de euros. Esto, en lo concerniente a las pólizas. En préstamos hipotecarios la cuantía asciende a cinco millones. Esto implica un aumento de los gastos financieros hasta el punto de que el pasado mes de agosto los intereses a pagar ya habían sobrepasado la cantidad total de 2011.

Francisco Ferrer y Jesús Santiago, subdirector y gerente de la entidad aseguran que nunca antes ha habido problemas de pago con la Junta. «Normalmente nos adelantaba el dinero el banco y en cuarenta y cinco días lo recibía de la administración. Pero ahora estamos preocupados por cómo pueda acabar esto. Nosotros llevamos en crisis toda la vida, siempre hemos sido muy austeros en el gasto, midiendo cada euro, porque se trata de dinero público. Y el margen de beneficios que obtenemos con los centros ocupacionales, como la imprenta y la venta de huevos, es prácticamente simbólico».

Este esfuerzo y la prudencia con el gasto han propiciado que Afanas mantenga el tipo pese al actual impago, pero advierten que, aunque tienen capacidad para continuar a flote, esto no será por mucho más tiempo. «Y lo que no vamos a permitir es que se vulneren los derechos de personas que han conseguido tener educación e igualdad de oportunidades después de décadas de pelea por parte de familias que se ha partido la cara». En este sentido, Ferrer y Santiago destacaron otro importante factor: el empleo. Afanas Bahía mantiene casi novecientos puestos de trabajo y desde junio se están cubriendo las plazas de usuarios que se quedan libres, actualmente alrededor de cincuenta. «Detrás de cada vacante hay personas que tienen la necesidad de ingresar en un centro».