Polémicas reglas para el desarrollo

Hace ya un año y cuatro meses que la ciudad quedó desamparada en cuestión urbanística cuando el Tribunal Supremo anuló el anterior Plan General de Ordenación Urbana (PGOU); solo dos meses menos de que se intentara poner remedio de forma provisional mediante la aprobación de las Normas Sustantivas Transitorias, que regirían el planeamiento de la ciudad hasta que haya un nuevo PGOU.

Desde entonces, los avances en este término se han demorado bastante, tanto es así que, adía de hoy, el urbanismo de Chiclana aún se guía por las Normas Subsidiarias, que datan de 1987, cuando la ciudad solo tenía 40.000 habitantes.

Por eso, actualmente existe un 80% de suelo no urbanizable en la ciudad y el urbano se reduce a la Avenida del Mueble, la zona de la costa y el centro de la ciudad. Una situación que ha perjudicado al desarrollo de la ciudad y ha generado desconfianza en algunos inversores que estaban dispuestos a instalarse en Chiclana.

En este tiempo, desde agosto de 2011, las Normas Sustantivas han pasado varias veces por Pleno y fueron objeto de más de 4.000 alegaciones tras su aprobación municipal definitiva. Ambas circunstancias, claves, según el Partido Socialista, para el retraso de un documento de tal importancia para la ciudad. «La Junta no ha podido hacer nada hasta que el Ayuntamiento no tomó una decisión, ha estado desde agosto sin concretar», apuntó el portavoz del grupo socialista, José María Román.

Ahora, las Normas ya son estudiadas por el Consejo Consultivo de la Junta de Andalucía y se vislumbra su entrada en vigor a finales de este año o principios del próximo. Aunque no por ello la polémica al respecto ha cesado.

El debate de las alegaciones

Tanto el grupo del PSOE, como el de IU expresaron ayer que el equipo de Gobierno «mintió» sobre las alegaciones que la Junta de Andalucía ha decidido incluir en las Normas Sustantivas. Según señaló el miércoles la delegada de Urbanismo, Marisol Ayala (PVRE), las 2.240 que pesaban sobre el documento habían sido informadas, pero desconocen cuáles se añadieron al documento.

Para la portavoz de IU, Ana Rodríguez, el equipo de gobierno es «muy hipócrita porque las alegaciones se resuelven entre Gobierno local y Junta», añadiendo que es algo normal «con una delegada de un partido que auspició las alegaciones y votó en contra de las Normas».

Por su parte, José María Román expresó que el resultado de las alegaciones «quien lo sabe es el alcalde y el Ayuntamiento, que han trabajado conjuntamente con la Junta para estudiarlas».

En cuanto a la elaboración del nuevo Plan General, que tiene que estar acabado antes de que finalicen los dos años de vigencia de las Normas Sustantivas, el equipo de gobierno asume que se encuentra en una fase de trabajo interno, para después ser consensuado.

Precisamente, esa es la reivindicación de IU, que han mostrado su voluntad de colaborar por el desarrollo urbanístico de la ciudad, a pesar de su «indignación porque el equipo de gobierno no nos da la información que pedimos». Para el PSOE, esta etapa del PGOU «es la misma que hace 4 meses: el documento estaba listo y no lo querían recibir en Urbanismo», concretó Román.